Enrique Grau Araújo [Panamá 18.12.1920 – Bogotá 1.4.2004] La mulata cartagenera  1940 Óleo sobre tela Reg. 2204 71 x 60,8 cm Remitido por Fernando Rivas Sacconi, jefe de la Sección de Bellas Artes del Departamento de Extensión Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Educación Nacional (29.3.1948)

2011 – Año Internacional de los Afrodescendientes
A partir de las declaraciones de los Derechos Humanos, los pactos firmados, la Declaración y el Programa de Acción de Durban de 2001, y como una manera de recordar a las víctimas de la esclavitud y la trata transatlántica de esclavos, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 2011 Año Internacional de los Afrodescendientes. El programa de la Pieza del mes mostrará algunos de los objetos que representan y hacen memoria de la participación de los afrocolombianos en la construcción de la nación, para unirse a esta conmemoración.

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Enrique Grau nació en Panamá, pero pasó años determinantes para su obra y personalidad en Cartagena, donde creció y recibió una educación artística temprana por parte de su abuela. Hasta antes de 1941 cuando recibió una beca del gobierno nacional para estudiar Artes en Nueva York, todo el aprendizaje artístico de Grau había sido autodidacta, por medio de la copia de imágenes de revistas, de obras de grandes maestros y de retratos de estrellas de cine como el que publicó en un diario local en 1938 de Greta Garbo interpretando a Mata Hari.

En 1940, cuando Grau contaba con veinte años de edad, Ricardo Gómez Campuzano le convenció de participar con La mulata (después llamada ‘Cartagenera’) en el I Salón Anual de Artistas Colombianos. Si bien en la muestra se dio el primer lugar a la obra La madre del pintor Ignacio Gómez Jaramillo, La mulata de Grau reveló el talento del artista y la belleza contenida en personajes y escenas cotidianos.

Entre el público, La mulata fue la obra más popular. Aunque en ella se manifiesten el dibujo académico y las tendencias del arte moderno, lo que resulta más interesante es la representación estilizada de la mulata: sin impostar su belleza, Grau hace de ella otra estrella de cine.

“Los Grau vienen de España, pero no sé cómo ni mediante qué circunstancias y prescindibles anécdotas, entró también en nuestra sangre el ímpetu, la conformidad diogénica y el murmullo inextinguible de los negros que habían llegado a la costa Caribe de Colombia con los pies y las manos encadenados. Esa fusión entre dos procedencias, esas nupcias entre dos maneras disímiles de construir la fatalidad y el destino, es la que produce el intenso voltaje y nos confiere a quienes la padecemos una impronta imborrable de misterio”.

Iván Beltrán Castillo
La vida pasional de Enrique Grau