Anónimo Empréstito de la República de Colombia por $100 Libras 1.8.1820     Impreso (Tinta litográfica/papel)     Reg. 1793.2

2010 - Serie Independencia
En el marco de nuestra celebración de Independencia, en el 2010 el programa expositivo La Pieza del Mes, estará dedicado a preguntarse por la idealización de los acontecimientos y personajes que constituyen nuestro imaginario independentista, a través de piezas de la colección que hacen más evidente el contraste entre unas y otras interpretaciones.

El comienzo de la deuda

Mientras la Independencia suramericana se consolidaba y la organización política de la República de Colombia apenas se gestaba, el estado de ruina impedía el adecuado pago de soldados, y a nivel general, las rentas del país no alcanzaban para los más importantes gastos, en especial relacionados con las batallas por la liberación del norte y el sur de la Nueva Granada. Ante la desesperante situación, Bolívar decidió entonces enviar a Francisco Antonio Zea a Europa con la misión de lograr que los gobiernos reconocieran a Colombia como república y a su vez, a contratar un préstamo que facilitara la reconstrucción de la economía y el financiamiento de las últimas campañas de guerra. Zea, sin embargo, debía renegociar las deudas que Luis López de Mesa (un delegado anterior) había contraído en 1815 con el financista James Mackintosh con el fin de comprar armas y suministros militares para los ejércitos independentistas que resultaron sumamente costosos. López, además había viajado para conformar las expediciones de voluntarios ingleses, irlandeses y alemanes que vinieron a combatir por la emancipación de América Latina.

Zea negoció autorizado a contraer una deuda adicional de 5 millones de libras esterlinas que permitiera pagar parte de los compromisos vencidos de las anteriores deudas, reponer recursos a las entidades del Estado y crear créditos para los agricultores dueños de las tierras.

En  1824 escribiría Bolívar a Santander:
"Es asombroso lo que usted me dice de los pagamentos que se han hecho en Colombia, y de los que todavía debemos. Aborrezco más las deudas que a los españoles. No sé cómo pagaremos los créditos anuales".