Pieza del mes de mayo de 2010 Serie Independencia Corona colocada sobre la estatua de Antonio Nariño durante la celebración del primer centenario de la Independencia Colecciones de Historia. Área de Objetos Testimoniales. Subárea de Conmemoración Sala República de Colombia (1886-1910), tercer piso |
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Salomón Carrillo V.
Corona colocada sobre la estatua de Antonio Nariño durante la celebración del primer centenario de la Independencia
1910 Fundición, repujado y soldadura en plata Reg. 907 10,3 x 29 x 30,2 cm Donada por la Sociedad de Socorros Mutuos de Colombia, a través del Ministerio de Instrucción Pública (31.3.1911)
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2010 - Serie Independencia
En el marco de nuestra celebración de Independencia, en el 2010 el programa expositivo La Pieza del Mes, estará dedicado a preguntarse por la idealización de los acontecimientos y personajes que constituyen nuestro imaginario independentista, a través de piezas de la colección que hacen más evidente el contraste entre unas y otras interpretaciones.
La coronación
Durante siglos, la coronación ha sido un acto simbólico de reconocimiento de virtudes y poder. Para los monarcas significaba el reconocimiento de sus súbditos, para los hombres de la antigüedad, el triunfo. Como parte de las celebraciones del centenario de la Independencia de Colombia, fue coronada la escultura de Antonio Nariño, ubicada entonces en la Plaza de San Victorino. "Fue la principal solemnidad de este día [20 de julio de 1910], y acaso el más importante de los festejos del Centenario”. La primera dama junto a cuatro niñas descendientes directas de Nariño y veinte señoritas vestidas de blanco, llevando cestillos de plata, encabezaron un desfile multitudinario que llegó hasta la escultura para coronar al héroe. Esta coronación fue una ceremonia sólo equiparable a la que se hizo a la estatua de Bolívar cuatro días después, y con la corona de oro que le fue ofrecida al héroe en Cuzco en 1825.
La corona
La Sociedad de Socorros Mutuos, que reunía artesanos de todos los oficios y tenía como fin auxiliar a cualquiera de sus integrantes que cayera en desgracia, decidió mandar a hacer esta corona como un homenaje a la memoria de Nariño. Las hojas de laurel y de olivo que la componen simbolizan el reconocimiento de méritos políticos y militares, y recuerdan la coronación de César en Roma. Las manos enlazadas aparecen como el emblema de la Asociación de Artesanos, y las estrellas (una desaparecida) conmemoran las cinco Repúblicas libertadas. La Sociedad donante estipuló además que una vez fuera coronada la escultura, la corona debía ser entregada al Museo Nacional para que allí sirviera como testimonio de ese momento. El objeto estaba cargado de alusiones a la República, la nación y la democracia.
El héroe coronado
La escultura que se coronó recuerda el momento en que Nariño se entrega a los realistas en Pasto. Al ser hallado por los soldados, el héroe finge ser un independentista más y sólo cuando le piden que devele el paradero de Nariño, contesta “Nariño soy yo”. Por su ejercicio de la oposición frente a los proyectos federalistas de Camilo Torres en el comienzo de las luchas de Independencia y luego, opacado por la figura militar de Bolívar, Antonio Nariño goza de verdadera popularidad en nuestros días gracias a gestos como éste de coronación. Quienes encargaron la escultura, así como los representantes de la Sociedad de Socorros Mutuos, coincidieron en el deseo de reforzar su lugar como civil y como militar en la galería de próceres.
¿Para qué se corona una escultura?