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Evento



 

 

El Museo Nacional celebra los 101 años de la coronación del lienzo de la Virgen de Chiquinquirá


Autor desconocido ( - ) 
Virgen de Chiquinquirá
Ca. 1700
Óleo sobre tela
96 x 110 cm
Reg. 3801
Adquirido a Gerardo Azcárate por la Fundación Beatriz Osorio
con destino al Museo Nacional de Colombia (30.3.1997)

 

 

El Museo Nacional celebra los 101 años de la coronación del lienzo de la Virgen de Chiquinquirá (9 de Julio de 1919)

 

¿Hasta cuándo, Rosa del Cielo, habéis de estar tan escondida? ¿Cuándo será el día que os manifestéis y os dejéis ver al descubierto para que mis ojos se regalen de vuestra soberana hermosura, que llena de alegría mi alma?

Súplica de María Ramos a la Virgen del Rosario para que se manifestara en el famoso lienzo de Chiquinquirá, 1586

¡Mira, mira Señora, que la Madre de Dios se ha bajado de su lugar, y está allí en tu asiento parada, y parece que se está quemando!

Exclamación de Isabel, la mujer indígena que  presenció el milagro de la renovación del cuadro de la Virgen

Tengo un dolor en el alma

¿Quién me lo podrá quitar?

Pos la Virgen del Rosario

Llegando a Chiquinquirá

 

Copla popular boyacense

 

En la colección del Museo Nacional de Colombia se encuentra un lienzo de autor desconocido y, sin embargo, de tema muy familiar para los colombianos. La figura central corresponde a la Virgen María, en su advocación del Rosario, que sostiene en brazos al niño Jesús; a su izquierda se encuentra representado san Andrés, apóstol que acompañó a Cristo, y a su derecha está ubicado san Antonio de Padua, predicador franciscano portugués. 

Esta pintura, que da imagen a una reunión de seres humanos que alcanzaron la santidad, a quienes se les ruega la intermediación ante Dios por la salvación del alma, es una copia del famoso cuadro de la Virgen del Rosario, el cual es visitado diariamente por miles de peregrinos desde el siglo XVI en la población de Chiquinquirá (Acosta, 2011).

 

 

Breve historia del cuadro milagroso

 

                                                                                                                           

   
       


Alonso de Narváez (Alcalá del Guadaira, España;
ca. 1500 - Tunja, Boyacá; 1583)
Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá
1562
Temple sobre lienzo de algodón
125 x 119 cm
Comunidad de la Orden de Predicadores de Chiquinquirá -
Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá
Imagen tomada de: O. Arizmendi (Dir.) (1986).
Chiquinquirá 400 años. Bogotá: Fondo Cultural Cafetero
Reproducción fotográfica por Antonio Castañeda Buraglia

     

 

El conjunto de tres personas sagradas,pintado con pigmentos de origen vegetal y mineral (Álvarez, 1986) en una manta de algodón de fabricación indígena, denominada “lienzo de la tierra”, es conocido como Nuestra Señora de Chiquinquirá (Vargas, 2015). Esta pintura fue realizada en 1562 por el platero y pintor español Alonso de Narvaez (ca. 1500 - 1583) en Tunja, ciudad destacada durante el periodo colonial por ser uno de los primeros centros artísticos del Nuevo Reino de Granada (1550 - 1810), antiguo nombre del territorio colombiano (Arizmendi, 1986).

                                                                       


Casa donde vivió el pintor Alonso Narváez en Tunja. Imagen tomada de: V. Cornejo y A. Mesanza (1919).
Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, de su ciudad y su convento.
Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana

            

 

La realización de la obra fue encargada a Narvaez por el encomendero del pueblo de Suta, el conquistador Antonio de Santana (Ca. 1500 - 1577), quien deseaba tener una imagen sagrada para fomentar la evangelización de los indígenas recogidos en el territorio que administraba, llamado encomienda (Cornejo y Mesanza, 1919). Posteriormente, cuando la capilla de Suta pasó a ser administrada por el clero secular en 1574 y con la muerte de Santana ocurrida en 1577, el lienzo, que ya se encontraba en mal estado, fue llevado por Catalina García de Irlos, viuda del encomendero, a su casa ubicada en el sitio de Chiquinquirá. Allí la obra fue relegada al olvido durante doce años (Tobar y Buendía, 1694; Cornejo y Mesanza, 1919).

Hacia 1585, María Ramos (ca. 1543 - ca. 1600), cuñada de Santana, llegó desde la ciudad española de Sevilla a Tunja, en donde vivió un tiempo con su esposo Pedro de Santana (Tobar y Buendía, 1694; Ariza, 1964; Bohórquez, 2016). Al enterarse de la muerte de su cuñado, quiso visitar a la viuda en su casa de Chiquinquirá (Tobar y Buendía, 1694). María Ramos era una mujer muy devota de la virgen, quien, al encontrar la pintura desgastada en la capilla y saber por Catalina García de Irlos que esa tela representó a la Virgen, decidió limpiar el sitio y colocar sobre un bastidor la manta que exhibía algunos pigmentos deslucidos (Tobar y Buendía, 1694; Cornejo y Mesanza, 1919; Ariza, 1964)

Según la crónica del fraile dominico Pedro Tobar y Buendía (1649 - 1713), el viernes 26 de diciembre de 1586, durante la fiesta de san Esteban, luego de que María Ramos hiciera sus oraciones habituales ante el lienzo desteñido, salió de la capilla pajiza en el mismo instante en el que una mujer indígena llamada Isabel y un niño mestizo de nombre Miguel pasaron frente a la imagen y atestiguaron de primera mano los resplandores que empezaron a surgir de la tela sagrada (Tobar y Buendía, 1694; Cornejo y Mesanza, 1919; Ariza, 1964).

                                                                     


Dibujo que representa el milagro de la renovación del cuadro de la Virgen de Chiquinquirá. Imagen tomada de:
V. Cornejo y A. Mesanza (1919). Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá,
de su ciudad y su convento
. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana



Gracias a esta manifestación milagrosa, muchos indígenas e incluso la viuda del encomendero Santana se acercaron y, congregados en torno a la imagen, pudieron admirar durante algunas unas horas el resplandor de la tela y cómo el rostro de la virgen estaba “muy encendido y colorado” (Tobar y Buendía, 1694, p. 21). Este fenómeno sobrenatural atrajo la atención de las autoridades eclesiásticas, que realizaron un proceso judicial en 1587, durante el cual se le tomó juramento a los principales testigos, entre ellos, a María Ramos y a la India Isabel, quienes declararon haber visto los fulgores que salían del rostro de la virgen y que regeneraron el dibujo y los colores de las tres entidades sagradas sobre el lienzo de algodón (Cornejo y Mesanza, 1919; Ariza; 1969; Arizmendi, 1986).

Luego del evento, las romerías y peregrinaciones no se hicieron esperar. A partir de entonces, se registraron numerosos prodigios que obró la patrona de Chiquinquirá en ciegos, tullidos y lisiados (Tobar y Buendía, 1694). Esta fama de imagen milagrosa se divulgó por todo el Nuevo Reino de Granada durante más de 200 años, lo cual dio  lugar a la extensión de su culto en diferentes provincias, en el que el cuadro era objeto de varios agradecimientos, como lo demuestran los exvotos o imágenes que registraban, a manera de agradecimiento perpetuo, los favores recibidos por la intervención divina de la Virgen de Chiquinquirá (Arizmendi, 1986). La devoción manifestada durante más de cuatro siglos por los peregrinos hacia la Virgen de Chiquinquirá ha hecho de esta imagen religiosa una protagonista de excepción en diferentes acontecimientos de la historia de Colombia (Ariza, 1969). Entre estos eventos, conviene mencionar el patronazgo, o administración eclesíastica de la Basílica y el convento anexo, ejercido por la Orden de Predicadores de Santo Domingo desde 1636 hasta la fecha, con el fin de dirigir, mantener y divulgar el culto a la sagrada imagen de la Virgen del Rosario acompañada de los santos Andrés y Antonio de Padua (Cornejo y Mesanza, 1919).
                                                                                                                           
 

   
       


José María Agudelo Calderón (Act. 1800)
Verdadero retrato de Nuestra Señora de Chiquinquirá
1801
Óleo sobre madera
 49 x 44 cm
Catedral Metropolitana de Medellín
Imagen tomada de: S. Londoño (1995). Historia de la pintura y
el grabado en Antioquia
. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia
Reproducción fotográfica por Carlos Tobón

    

                                                                                                                          

   
       


Autor desconocido
Exvoto dedicado a la Virgen de Chiquinquirá por María Jesús
Jaramillo y Gavidiria

1813
Óleo sobre tela
37 x 40 cm
Colección Museo de Antioquia
Imagen tomada de: S. Londoño (1995). Historia de la pintura y el grabado
en Antioquia
. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia
Reproducción fotográfica por Pablo Guerrero

     

 


 
  Vista del interior del Santuario de Nuestra Señora de Chiquinquirá hacia 1908. Imagen tomada de:
V. Cornejo y A. Mesanza (1919). Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario de
Chiquinquirá, de su ciudad y su convento
. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana   



Otro hecho importante fue la construcción de la actual Basílica, cuya primera piedra se puso en 1801 con base en los planos diseñados por el arquitecto capuchino fray Domingo de Petrés (1759 - 1811), quien elaboró igualmente la actual planta y fachada de la Catedral Metropolitana de Bogotá en 1807 (Sánchez y Rueda, 2008).
                                                                      
 


Vista posterior del Santuario de Nuestra Señora de Chiquinquirá y fachada del Convento de
la Orden de Predicadores hacia 1918. Imagen tomada de: V. Cornejo y A. Mesanza (1919). Historia
de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, de su ciudad y su convento
.
Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana

 

En 1815, “el Tribuno del Pueblo”, José Acevedo y Gómez (1772 - 1817), realizó una petición al prior del convento dominico fray Miguel Garnica, que consistía en la donación de todo el dinero y alhajas pertenecientes al Tesoro de la Virgen para sostener la guerra de Independencia de la Nueva Granada (Hernández de Alba, 1986). 

Otro evento que involucró a la imagen milagrosa en las guerras libradas por la libertad del territorio neogranadino tuvo como protagonista al general en jefe de las tropas republicanas, el francés Emmanuel-Gervais Roergas de Serviez (1785 - 1816), quien entró al templo el 20 de abril de 1816, tomó el lienzo y lo llevó desde Chiquinquirá hasta Cáqueza, como un acto instintivo de protección (Ortiz, 1967). Desafortunadamente, el coronel Serviez abandonó cerca de aquella población el sagrado lienzo, que fue tomado por los ejércitos realistas españoles, los cuales entraron a Santafé el 16 de mayo de 1816 en pomposa procesión religiosa. El cuadro de la virgen regresó a su santuario un mes después (Hernández de Alba, 1986).              

                                                                                                             

   
       


Ramón Torres Méndez (Bogotá, 1809 - 1885)
Alegoría de Nuestra Señora de Chiquinquirá
1865
Óleo sobre tela
125 x 119 cm
Comunidad de la Orden de Predicadores de Chiquinquirá -
Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá
Reproducción fotográfica por Jenny Alfonso

     

 

Los eventos descritos, sumados a la historia de la sagrada imagen y la realización de milagros durante más de tres siglos, alimentaron su devoción, al punto de que su culto se divulgó por toda Colombia y llegó también a Venezuela, Ecuador, Perú y México, países en donde se erigieron santuarios para venerar copias del lienzo original (Castaño, 2005; Vences, 2008).

                                                                                                                           

   
       


Ramón Torres Méndez (Bogotá, 1809 - 1885) / Imprenta A. Delarue  
Romería a Chiquinquirá
1878
Litografía en color
25,5 x 34,5 cm
Reg. 3758
Donado por el Banco Popular (20.11.1996)

            

     

 

 

9 de julio de 1919: crónica de la coronación de una Reina celestial

 

El deseo de otorgarle a la Virgen de Chiquinquirá una distinción especial en el santoral colombiano surgió como iniciativa de Vicente María Cornejo, vicario provincial de la orden de predicadores de Colombia en 1908. Dicha iniciativa contó con el apoyo del prior del convento dominico de Chiquinquirá, fray José Ángel Lombana (Cornejo y Mesanza, 1919). Estos sacerdotes propusieron a la Asamblea Episcopal, reunida en Bogotá en ese momento, solicitar al papa san Pío X la autorización pontificia para realizar dicho evento. El Decreto de Coronación de Nuestra Señora por el Capítulo y Canónigos de la Basílica Patriarcal de los Santos Apóstoles de Roma llegó a Bogotá el 9 de enero de 1910, luego de lo cual el documento le fue enviado al obispo de Tunja, monseñor Eduardo Maldonado Calvo, quien a su vez informó a los dominicos Cornejo y Lombana acerca de la autorización que permitiría, más de nueve años después, realizar la coronación del sagrado lienzo de la virgen de Chiquinquirá (Cornejo y Mesanza, 1919; Mesanza, 1921).

La consecución de los fondos y donaciones para preparar el evento oficial inició el 10 de abril de 1912, con la organización de tribunas de recaudo de dinero y joyas en diferentes poblaciones. En ese mismo año se dispuso que una copia de la sagrada imagen visitara algunos departamentos de Colombia, entre ellos, Boyacá, Tolima y Santander, regiones en donde no siempre fue bien recibida la comitiva dominica (Castaño, 2005).

Durante la Conferencia Episcopal celebrada en Bogotá el año 1916, los obispos colombianos determinaron celebrar un Congreso Nacional Mariano en julio de 1919, con el propósito de aumentar la devoción popular a la Virgen María, agradecer los favores recibidos por ella y “hacer que el amor a nuestra benditísima Madre crezca más y más en la nación colombiana” (Mesanza, 1921, p. 219). Para presidir la reunión del Congreso Mariano que se celebraría en Bogotá, la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá sería traída a la capital, y, de este modo, se pensó también en coronar el milagroso cuadro en la capital colombiana, en donde el evento contaría con la participación de las autoridades civiles y eclesiásticas, lideradas por el presidente Marco Fidel Suárez (1855 - 1927) y el arzobispo de Bogotá Bernardo Herrera Restrepo (1844 - 1928) (Ariza, 1969; Airzmendi, 1986).                                                                                                                           
 

   
       


María Antonia Cuervo Pérez (Bogotá, 1894 - 1960)
Nuestra Señora de Chiquinquirá
1919
Óleo sobre tela
Apareció en la portada del número 170 de la revista Cromos

     

 

Vale la pena mencionar que todos estos eventos preparatorios y el culto regular a la Virgen de Chiquinquirá se vieron opacados por los ataques realizados contra la imagen de la “Virgen peregrina”, la cual sufrió distintas vejaciones durante su viaje por Santander: en Pamplona alguien untó su rostro de betún el 20 de enero de 1913 y en Rionegro otra persona rasgó el lienzo con una navaja el 21 de abril de 1913 (Castaño, 2005). Por estos hechos, que causaron gran escándalo entre religiosos y devotos, los rionegrenses se comprometieron a realizar el 21 de abril de cada año una fiesta de desagravio. Hasta el día de hoy, en dicha población santandereana, se sigue realizando esta conmemoración (Baez, 2013).

                                       


Imagen del cuadro de la Virgen peregrina roto en Rionegro. Imagen tomada de: V. Cornejo y A.
Mesanza (1919). Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, de su
ciudad y su convento
. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana

 

A estos graves hechos se sumó el entredicho eclesiástico que decretó el obispo de Tunja, a la sazón Eduardo Maldonado Calvo, el 21 de junio de 1918. Este castigo episcopal fue aplicado como respuesta a la desobediencia general de los chiquinquireños a cumplir con el decreto de instrucciones preparatorias para la coronación del cuadro, especialmente ante la reticencia del pueblo a permitir el viaje del lienzo a la capital, ya que se albergaba la sospecha de que la Virgen no regresaría a su santuario. Los ánimos se calentaron y Chiquinquirá fue escenario de diferentes protestas y confrontaciones que alteraron el orden público y la integridad material del cuadro sagrado. Durante los 126 días que duró la aplicación del entredicho no se celebró el oficio religioso ni se impartieron los sacramentos (Castaño, 2011).
                                                                       


Comunidad dominicana junto al lienzo de Nuestra Señora de Chiquinquirá en diciembre de 1908. . Imagen tomada de:
V. Cornejo y A. Mesanza (1919). 
Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá,
de su ciudad y su convento
. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana

 

Pasados los efectos de los hechos anteriormente descritos, el 28 de junio de 1919 la imagen de la virgen de Chiquinquirá fue bajada de su altar por los sacerdotes dominicos, custodios del santuario. La procesión del cuadro duró diez días en llegar hasta Chapinero, que ya era reconocido como un barrio de Bogotá. La delegación que acompañó la peregrinación del cuadro estuvo compuesta por el deán de Tunja, Jacinto Mesa, quien iba en nombre del obispo Maldonado Calvo, el alcalde de Chiquinquirá y cuarenta religiosos de la comunidad de dominicos que se ocuparon del culto a la Virgen durante el trayecto de aproximadamente 150 kilómetros recorridos desde la ciudad del milagro (Mesanza, 1921).
                                                                                

   
       


Juan Nepomuceno Gómez (Ocaña, Norte de Santander;
1885 - Bogotá, 1946) / Casa editorial de Arboleda & Valencia
Carro alegórico de los automovilistas de Bogotá dedicado a la
Virgen de Chiquinquirá

8.7.1919
Fotograbado
6,8 x 9,2 cm
Apareció en el número 170 de la revista Cromos

     


Durante ese trayecto, todas las poblaciones ubicadas entre Chiquinquirá y Bogotá, como Simijaca, Susa, Fúquene, Ubaté, Sutatausa, Nemocón, Tausa, Zipaquirá, Cogua, Cajicá, Chía y Usaquén realizaron homenajes y festejos preparados por las autoridades locales, las cofradías, colegios, parroquias, monasterios y conventos, según fuera el caso. Por lo general, la imagen marchaba durante el día en una gran procesión, luego de realizarse una misa masiva en la población que estuviera visitando la comitiva. Para dar inicio o terminar la visita en las distintas poblaciones, a la entrada y salida de cada pueblo se concedía a las mujeres y a los religiosos el honor de llevar sobre los hombros las andas del cuadro (Mesanza, 1921).
                                                                                                                           

   
       


Juan Nepomuceno Gómez (Ocaña, Norte de Santander; 1885 - Bogotá, 1946)
/ Casa editorial de Arboleda & Valencia
Marcha del Batallón infantil formado en honor de la Virgen de
Chiquinquirá frente a la Iglesia de las Nieves en Bogotá

8.7.1919
Fotograbado
6,8 x 9,2 cm
Apareció en el número 170 de la revista Cromos

     

 

El 8 de julio la imagen entró en Bogotá, acompañada de una gran multitud formada por peregrinos y vecinos de la ciudad que pasaban frente a las quintas y cabañas, ubicadas a lo largo de la actual carrera séptima y cuyas fachadas y jardines fueron decorados con banderas de colores blanco y azul, ramos y coronas de flores, así como arcos de musgo para honrar la imagen a la virgen en su camino a la Plaza de Bolívar, donde se había preparado un dosel para albergar la imagen durante la ceremonia de coronación, que se celebraría al día siguiente. Dada la cantidad de devotos que se fueron uniendo a la procesión iniciada en Chapinero, la imagen, que había salido del lugar a las 12:00 p. m., llegó a la plaza a las 5:00 p. m. con bastante retraso, pero en medio de una alegría masiva que jamás se había visto en aquel lugar (Mesanza, 1921). 

                                                                                                                           

   
       


Juan Nepomuceno Gómez (Ocaña, Norte de Santander;
1885 - Bogotá, 1946) / Casa editorial de Arboleda & Valencia
Entrada del cuadro de Nuestra Señora de Chiquinquirá a la
Plaza de Bolívar

8.7.1919
Fotograbado
6,8 x 9,2 cm
Apareció en el número 170 de la revista Cromos

            

     

            

 

            

                                                                                                                          

   
       


Juan Nepomuceno Gómez (Ocaña, Norte de Santander;
1885 - Bogotá, 1946) / Casa editorial de Arboleda & Valencia
La multitud ante el cuadro de Nuestra Señora de Chiquinquirá 
8.7.1919
Fotograbado
6,8 x 9,2 cm
Apareció en el número 170 de la revista Cromos     
       

     


Al finalizar el día, se pudo colocar el lienzo en la parte central del dosel, custodiado por dos grandes candelabros de plata y los escudos del papa Benedicto XV, del arzobispo de Bogotá y el del obispo de Tunja. Al día siguiente, la ceremonia, presidida por el obispo de Tunja monseñor Maldonado Calvo, comenzó a las 09:00 a. m. En aquel altar, ubicado entre la Catedral y la Capilla del Sagrario, el obispo estaba acompañado por el nuncio apostólico, los arzobispos de Bogotá, Medellín y Popayán y todo el cabildo eclesiástico. En primera fila se encontraban distinguidas personalidades del Gobierno, entre ellos, el presidente Suárez, los ministros de su gabinete, el gobernador de Cundinamarca y el alcalde de Bogotá (Mesanza, 1921).
                                                                                                                           

   
       


Lino Lara (Act. 1899 - 1932) / Casa editorial de Arboleda & Valencia
Aspecto general de la Plaza de Bolívar durante la coronación de la
Virgen de Chiquinquirá

9.7.1919
Fotograbado
18 x 26 cm
Apareció en el número 170 de la revista Cromos           
 

     
 

Durante la ceremonia se leyó el decreto pontificio que autorizaba al obispo de Tunja a realizar la ceremonia de coronación del lienzo de la Virgen de Chiquinquirá, se ofició una misa campal a la que asistieron más de 55 000 personas, se realizó la consagración del país a la Virgen como Reina de Colombia y, finalmente, se dio paso al momento esperado por todos los asistentes a la ceremonia: la coronación de la Virgen y el niño pintados sobre aquel lienzo de antigua devoción. 
                                                                                                                           

 

     

 
       


Lino Lara (Act. 1899 - 1932) / Casa editorial de
Arboleda & Valencia
Tress imágenes “instantáneas” del acto de coronación
del cuadro de la Virgen de Chiquinquirá

9.7.1919
Fotograbado
18 x 26 cm
Aparecieron en el número 170 de la revista Cromos

     

                                    

      
       


Lino Lara (Act. 1899 - 1932) / Casa editorial de
Arboleda & Valencia
Imágenes de la multitud reunida durante el acto de coronación del cuadro de la Virgen de Chiquinquirá
9.7.1919
Fotograbado
18 x 26 cm
Apareció en el número 170 de la revista Cromos        
    

     


Es importante mencionar que las coronas que se le agregaron a estas imágenes fueron diseñadas por el artista bogotano Ricardo Acevedo Bernal (1867 - 1930) y realizadas por Manuel Madero y el religioso Benjamín Gévic, representantes de las Escuelas Cristianas, que eran unos lugares de formación técnica dirigidos a jóvenes. La corona de la virgen y su aureola contienen 78 brillantes y 140 esmeraldas. Por su parte, la corona y aureola del niño Jesús tienen 29 brillantes y 16 esmeraldas. Estas dos condecoraciones fueron realizadas con el oro y piedras preciosas provenientes de donaciones de alhajas hechas por los devotos de la Virgen, las cuales se destinaron exclusivamente para servir a la coronación (Mesanza, 1921). Actualmente, estos ornamentos siguen adornando las cabezas de la Virgen y del niño Jesús.
                                                           


 

Imagen de las coronas de la Virgen y el niño Jesús diseñadas por Ricardo Acevedo Bernal y cinceladas, montadas y armadas por Manuel Madero y Benjamín Gévic de los talleres de las Escuelas Cristianas. . Imagen tomada de: V. Cornejo y A. Mesanza (1919). Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, de su ciudad y su convento. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana

 

En Bogotá, los festejos, procesiones y celebraciones del oficio religioso duraron hasta el 21 de julio, de manera que la ciudad entera participó activamente en los honores ofrecidos a la Virgen de Chiquinquirá durante su permanencia tanto en la Plaza de Bolívar como en Catedral y en la Iglesia de Santo Domingo (demolida en 1939), última morada del cuadro antes de retomar su viaje de regreso al antiguo santuario de Chiquinquirá (Mesanza, 1921). De los objetos creados para recordar el evento de la coronación, destacamos la medalla conmemorativa que acuñó el grabador de la Casa de Moneda Roberto Hinestrosa (Act. 1910 - 1920).
                                                                                                                  

   
       


Roberto Hinestrosa (Act. 1910 -1 1920)
Medalla recuerdo de la coronación de la Virgen de Chiquinquirá
9.7.1919
Bronce acuñado
30 mm (diámetro)
Imagen tomada de: A. Montaña (2015). Medallas, fichas y Monedas de
Colombia
 (02), pp. 4-5
Reproducción fotográfica por Alexander Montaña Rodríguez     
       

     

                                                                                                                           

   
       


Autor desconocido
Grupo de devotos que esperan en Chapinero el paso de la procesión
de regreso del cuadro de la Virgen de Chiquinquirá

21.7.1919
Fotograbado
7,5 x 9 cm
Apareció en el número 172 de la revista Cromos

     

                                                                 

   
       


Autor desconocido
Multitud que acompaña el cuadro de la Virgen milagrosa en su
procesión de regreso a Chiquinquirá

21.7.1919
Fotograbado
7,5 x 9 cm
Apareció en el número 172 de la revista Cromos         
   

     


Finalmente, en la historia reciente del sagrado lienzo, es importante resaltar la visita que hizo el papa san Juan Pablo II (1920 - 2005), el 3 de julio de 1986, al santuario en el que reposa la imagen de la Virgen de Chiquinquirá, como parte de la agenda de su visita oficial (Arizmendi, 1986), lo mismo que la oración que realizó el Papa Francisco (1936 - ) frente a la sagrada imagen, que fue traída a Bogotá para ese fin durante la visita oficial del sumo pontífice a Colombia entre el 6 y el 10 de septiembre de 2017.
                                                                                                             

   

       


Impresos Publi-jez
Billete publicitario de la visita a Colombia del Papa Juan Pablo II con
imagen de la Virgen de Chiquinquirá

1986
Impreso
7,8 x 14,8 cm
Reg. 6700.001
Donado por Ángela Gómez Cely y Juan Darío Restrepo Figueroa (29.9.2008)
Colección Museo Nacional de Colombia

     

                                                                                                     

       
       


Autor desconocido
Estampa de la Virgen de Chiquinquirá  distribuida durante la visita del Papa
Francisco a Colombia

2017
Impreso plastificado
7 x 4 cm
Colección particular



Para leer la Novena a la Santísima Virgen María en su milagrosa advocación del Rosario de Chiquinquirá (1919), les invitamos a acceder al siguiente enlace de la Biblioteca Digital del Instituto Caro y Cuervo: http://bibliotecadigital.caroycuervo.gov.co/1321/1/FMB-2-248.143-R9n.pdf

     

         

 

Bibliografía

 

Fuentes primarias

Tobar y Buendía, P. (1694). Verdadera Histórica Relación del Origen, Manifestación y Prodigiosa Renovación por sí misma y milagros de la imagen de la Sacratísima Virgen María, Madre de Dios, Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Madrid: Imprenta de Juan García Infanzón

Mesanza, A. (1921). La Coronación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquira. En V. Cornejo y A. Mesanza. Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, de su ciudad y su convento (pp. 219 – 234). Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana

Cornejo, V. y Mesanza, A. (1919). Historia de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, de su ciudad y su convento. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana

Reporte gráfico de la llegada a Bogotá de Nuestra Señora de Chiquinquirá (12 de julio de 1919). Cromos, 170, pp. 4 – 9.

 Festejos del Congreso Mariano (26 de julio de 1919). Cromos, 172, p. 46.

 Regreso de la Virgen de Chiquinquirá (26 de julio de 1919). Cromos, 172, p. 47.

 

Fuentes  secundarias

Acosta, O (2011). Milagrosa imágenes marianas en el Nuevo Reino de Granada. Madrid: Iberoamericana – Vervuert Verlag

Álvarez, M. (1986). Chiquinquirá, arte y milagro. Bogotá: Presidencia de la República – Museo de Arte Moderno de Bogotá

Ariza, A. (1964). Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Bogotá: Cooperativa Nacional de Artes Gráficas

Ariza, A. (1969). Apostillas a la Historia de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Bogotá: Editorial Kelly

Arizmendi, O. (1986). Historicidad de los hechos extraordinarios ocurridos en Chiquinquirá en 1586. En O. Arizmendi Posada (Dir.) Chiquinquirá: 400 años (pp. 13 – 27). Bogotá: Fondo Cultural Cafetero

Arizmendi, O. (1986). Relatos de testigos presenciales sobre los milagros de Nuestra Señora de Chiquinquirá tomados del Proceso eclesiástico. En O. Arizmendi Posada (Dir.) Chiquinquirá: 400 años (pp. 29 – 43). Bogotá: Fondo Cultural Cafetero

Arizmendi, O. (1986). El Papa Juan Pablo II, peregrino de Chiquinquirá. En O. Arizmendi Posada (Dir.) Chiquinquirá: 400 años (pp. 133 – 135). Bogotá: Fondo Cultural Cafetero

Bohórquez, A. (2016). Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá: La Relación de fray Pedro de Tobar y Buendía (tesis inédita de maestría). Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.

Castaño, J. (2005). Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, historia de una tradición. Bogotá: Editorial Epígrafe 

Hernández de Alba, G. (1986). Nuestra Señora de Chiquinquirá en la guerra de Independencia. En O. Arizmendi Posada (Dir.) Chiquinquirá: 400 años (pp. 67 – 75). Bogotá: Fondo Cultural Cafetero

Cuéllar, M., Delgadillo, H., León, V., Mejía, G., Peñarete, A. y Torres, M. (2012). Fray Domingo de Petrés en el Nuevo Reino de Granada. Bogotá: Instituto Distrital de Patrimonio Cultural – Alcaldía Mayor de Bogotá

Montaña. A. (2015). Medallas, fichas y Monedas de Colombia . Bogotá: Más Coleccionismo. Recuperado de http://www.mascoleccionismo.com/publicaciones/MFMCol/MFMCol-002.pdf

Ortiz, S. (1967). Rectificaciones y nuevos aportes a la biografía del general Manuel Roergas de Serviez. Boletín Cultural y Bibliográfico, Vol. 10 (número 03), pp. 478 – 480.

Ocampo, J. (2001). El imaginario en Boyacá. La identidad del pueblo boyacense y su proyección en la simbología regional. Volumen 2. Bogotá: Universidad Distrital “Francisco José de Caldas”

Sánchez, O. y Rueda, O. (2008). El milagro del Santuario. La Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Bucaramanga: Litografía La Bastilla

Vences, M. (2008). La Virgen de Chiquinquirá, Colombia: afirmación dogmática y frente de identidad. Estudios en torno al arte, libro 2. México: Museo de la Basílica de Guadalupe.

 

Blogs

Jesús Baez (lunes 21 de enero de 2013). Rionegro y la Virgen de Chiquinquirá. Jesús Antonio Baez. Recuperado de http://jesusantoniobaez.blogspot.com/2013/01/rionegro-y-la-virgen-de-chiquinquira.html

Julio Castaño (jueves 17 de noviembre de 2011). Chiquinquirá, profanación y restauración. Farsolandia la nuestra. Recuperado de http://farsolandia.blogspot.com/2011/11/chiquinquira-profanacion-y-restauracion.html

Julio Castaño (jueves 25 de abril de 2013). Nuestra Señora del rostro destazado. Sociedad Mariológica Colombiana. Recuperado de http://socmariologicacolombiana.blogspot.com/2013/04/nuestra-senora-del-rostro-destazado.html

 


 

 

Colecciones: Arte

Lugar: Museo Nacional de Colombia

Fecha: 09/07/2020 A 21/07/2020

Costo: Homenaje virtual

Curador(es): Samuel León Iglesias, Departamento de Arte






Creado el 09/07/2020 10:51 por webmaster_mnc
Última modificación realizada el 09/07/2020 11:36 por webmaster_mnc