Fuerza, Fe y Sustancia.
Mixturas y tensiones de lo sagrado en Colombia
Una de las últimas salas del proceso de renovación
integral del Museo Nacional de Colombia
El Museo Nacional de Colombia abre la penúltima sala de su proyecto de renovación integral: la sala Fuerza, Fe y Sustancia. Mixturas y tensiones de lo sagrado en Colombia, un espacio de exhibición permanente dedicado a la espiritualidad y la religiosidad como formas vivas que permiten transformar la sociedad y fomentar el diálogo entre culturas y pueblos diversos.
Este nuevo espacio, ubicado en el tercer piso del Museo, reconoce que las experiencias espirituales y religiosas son fenómenos sociales universales, profundamente enraizados en la vida cotidiana, la historia, los cuerpos y los territorios; así mismo, en esta sala se reconoce la diversidad de lo sagrado como un lugar imprescindible para los diálogos interculturales e interétnicos.
A través de piezas arqueológicas, objetos rituales, obras de arte y elementos audiovisuales, esta sala propone un recorrido por las tensiones, mixturas y resignificaciones de lo sagrado en Colombia, entendido como un ámbito para el encuentro y la transformación.
Este nuevo espacio de exposición invita a los públicos a interrogar las formas en que lo sagrado configura nuestras vidas, así como a reconocer en su diversidad una oportunidad para el diálogo intercultural, la reflexión crítica y la construcción de sentidos comunes.
¿Cómo está organizada la nueva sala?
El espacio se ordena a partir de ocho ejes temáticos agrupados en pares de oposición y complementariedad: Goce/Dolor, Virtud/Defecto, Milagro/Condena y Agencia/Imposición, junto a dos espacios centrales dedicados al Trabajo ritual y al Árbol de la vida, este último representado con una obra del artista Miler Lagos.
En el nodo del Goce se exploran el exceso, la abundancia, el movimiento, la embriaguez, el hartazgo, el desenfreno, la lujuria, la comedia y el placer. En el nodo del Dolor se abarcan el control, la moderación, la prohibición, el estatismo, el silencio, la sobriedad, la abstinencia, la austeridad y la penitencia. El nodo de la Virtud se aproxima a ideas alrededor de la santidad, la pureza, la limpieza y la redención. En el nodo del Defecto se analizan el pecado, la contaminación, la suciedad y el castigo. En el nodo del Milagro se abordan la bendición, la liberación, la sanación, la cura, la unción, la certeza y la palabra que orienta. En el nodo de la Condena se revisan fenómenos como los malestares, la condena, la enfermedad, la infamia, el caos, la palabra que desorienta y algunas formas de resistencia. En el nodo de la Agencia se exploran la paz, la mediación, el amor, el perdón, el ágape, el compartir y la reproducción. En el último nodo, la Imposición, se analiza la guerra, el odio, la venganza, la envidia, la separación y el exterminio. Por su parte, la sección titulada el Trabajo Ritual está atravesada por conceptos como la mediación, la posesión, el éxtasis y la contemplación. Finalmente, el mundo mítico, que está representado por el Árbol de la vida o la realidad absoluta, conjuga conceptos relacionadas con el origen, la relación humana con el mundo material y la trascendencia. Este espacio está dedicado a los lugares sagrados y las sustancias de conocimiento.
¿Qué personas e instituciones hicieron posible esta sala?
La curaduría de Fuerza, Fe y Sustancia fue desarrollada por el equipo de Arqueología del Museo Nacional de Colombia, en colaboración con comunidades e investigadores que aportaron a su formulación y ejecución desde múltiples saberes y territorios. Dada la diversidad de expresiones religiosas y espirituales representadas, su construcción narrativa requirió un amplio proceso participativo, que incluyó consultas con líderes espirituales de distintas tradiciones, talleres de co-creación con comunidades religiosas, asesorías de expertos en museografía inclusiva y validaciones con grupos focales provenientes de diferentes regiones del país. Este trabajo colectivo enriqueció las narrativas de la sala desde las experiencias y los conocimientos de quienes viven lo sagrado en sus múltiples formas.
De igual manera, la sala contó con una colaboración interinstitucional entre el Museo Nacional de Colombia, adscrito al Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), la facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural.