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Hace 200 años… La Batalla de Boyacá

 
 
 
 

 

 

 

 

Hace 200 años… La Batalla de Boyacá

 

El 7 de agosto de 1819 en el puente de Boyacá, ubicado en las afueras de Tunja, la Tercera División del ejército español se dispersó en medio del fragor de la batalla, ante el ataque de las tropas republicanas. Los realistas rompieron sus filas y de esta manera hicieron inevitable su derrota. La vanguardia del ejército del rey estaba al mando del general José María Barreiro (1793-1819) y la retaguardia se hallaba bajo las órdenes del coronel Francisco Jiménez. En las filas patriotas, el coronel Juan José Rondón (1790-1822) comandaba el escuadrón de caballería de Llano Arriba que atacó por el centro junto con el Batallón Primero de Barcelona y los Bravos de Páez. El general José Antonio Anzoátegui (1789-1819) estuvo al mando de dos batallones y un escuadrón de caballería. Por la izquierda, el general Francisco de Paula Santander (1792-1840) lideró al Batallón Cazadores de vanguardia, al batallón de línea y los guías de retaguardia (Soublette, 1989, p. 244). En sus Escritos autobiográficos, Santander resalta la labor del general Simón Bolívar (1783-1830), quien, en sus palabras, estuvo “presente en todos los puntos de acción, dio órdenes precisas para hacer brillar el valor de las tropas, el esfuerzo de los jefes y oficiales, y terminar de una vez la obra que había tomado a su cargo” (Santander, 1988, p. 12).
 

 
 
 
 

J.M. Darmet
Batalla de Boyacá 
Ca. 1824
Grabado en cobre sobre papel
62,5 x 84,6 cm
Museo Nacional de Colombia, reg.1873
Donado por el expresidente Eduardo Santos (10.1958)

 


Al igual que en otras acciones de la Campaña Libertadora, los detalles del combate no están del todo claros debido a la rapidez con que fueron redactados los reportes y partes militares, así como por la confusión misma de los enfrentamientos. Sin embargo, en contraste con otros encuentros después de los cuales los dos bandos comunicaron a sus superiores la victoria sobre el enemigo, el resultado en el puente de Boyacá fue indiscutible: Santafé, a 120 kilómetros de distancia del campo de batalla, cesaría de estar bajo dominio español (Gutiérrez, 2019, p. 91).
 

 
 
 
 

   Y. Aliriventz (?)
   Uniforme de Guías de Bogotá 
   1823
   Acuarela y tinta china sobre papel
   23 x 18,8 cm
   Museo Nacional de Colombia, reg. 622
   Donado por Jesús A. Uribesegún Catálogo general
   del Museo de Bogotá 
(1917)

 
 

Después de dos horas de combate, la Batalla de Boyacá terminó a las cuatro de la tarde con un saldo de 66 bajas patriotas y alrededor de 1600 prisioneros realistas. El 90% de los hombres de la Tercera División fueron capturados o asesinados. Según el Boletín del ejército libertador
 

          

Fue prisionero el general Barreiro, comandante general del ejército de Nueva Granada, a quién tomó en el campo de batalla el soldado primero de Rifles, Pedro Martínez; fue prisionero su segundo, el coronel Jiménez, casi todos los comandantes y mayores de los cuerpos, multitud de subalternos y más de 1600 soldados; todo su armamento, municiones, artillería, caballería: apenas se han salvado cincuenta hombres.
(Soublette, 1989, p. 246)

     


Aunque muy corto, el enfrentamiento tuvo grandes implicaciones: fue decisivo para la toma de Santafé, el 10 de agosto de 1819, y marcó el fin del control de la Corona en el interior de la Nueva Granada. En palabras de Gabriel de Torres (1782-1835), 
 

          

Confieso a Vuestra Majestad que me sorprendió en extremo, pues aunque había previsto la ruina del Reino, jamás me había figurado que de una pequeña acción resultase la pérdida de la capital y cerca de trescientas leguas, pero ello ha sucedido.
(Friede, 1969, p. 296)

 

     

Al escuchar las noticias de la derrota en el puente de Boyacá, el virrey Sámano, los funcionarios del Gobierno español y los sobrevivientes de la Tercera División del ejército dejaron Santa Fe¹ (Thibaud, 2003). Como explicó Gabriel de Torres, entonces gobernador de Cartagena, en su carta a Fernando VII el 18 de octubre de 1819:
 

          

Del abandono de esta capital ha resultado la pérdida total de la Tercera División […] Los soldados, unos se presentaron al enemigo, tomando partido, otros se fueron a sus casas, y de toda la división, solo unos doscientos hombres de Infantería y Caballería lograron salir, reunidos a las orillas del Magdalena, en donde hallándose sin buques se han salvado construyendo balsas que los han traído hasta Mompox. (Friede, 1969, p. 296)
 

   

 
 
 
 

Fabricante desconocido
Guardapólvora de la época de la Independencia
Ca. 1810
Acero cincelado, cuerno y latón ensamblados
7,3 x 11,3 x 2,6 cm
Museo Nacional de Colombia, reg. 12
Figura en el Inventario del Museo Nacional (1951)

 

 

Sería sencillo atribuir la rápida victoria del Ejército Libertador al ingenio de Bolívar y, así mismo, la eficacia de sus estrategias militares —siguiendo una tradición que venera a los grandes hombres— al número de soldados en las tropas patriotas o, quizás, al desgaste físico y a las enfermedades que debilitaban al ejército realista. Sin embargo, estos no fueron los factores más determinantes. Contrario a las estrategias militares planeadas meses antes por los líderes patriotas, este ataque del Ejército Libertador no tomó por sorpresa a las tropas realistas. Barreiro había sido informado sobre el avance de las huestes de Bolívar a través de los Andes. Supo también de su llegada a Tunja días antes y se dirigió a esta villa para evitar el avance del Ejército libertador hacia Santafé. En el camino, el oficial español recibió artillería y municiones. En cuanto a los hombres que pelearon en ambos bandos, el número no era muy dispar. El ejército del rey contaba con alrededor de 2700 hombres, mientras que los republicanos contaban con 2800. Realistas y patriotas sufrieron en su travesía el hambre y la miseria, fueron víctimas de la temporada de lluvias y la poca financiación para ropa y municiones. Los hombres que lucharon con Bolívar, por ejemplo, atravesaron el Páramo de Pisba, situado en la Cordillera Oriental de los Andes, resistiendo las lluvias y el frío, dejando atrás a los animales y las monturas por considerarlas un estorbo en el camino². De modo que ambos ejércitos llegaron al campo de batalla enfrentando condiciones adversas (Earle, 2014, p. 172).

 
 
 
 

Autor desconocido
Medalla “Vencedor de Boyacá”
1819
Plata fundida, soldada, dorada y ensamblada
2,26 x 1,79 x 0,26 cm
Museo Nacional de Colombia, reg. 192
Figura en el Apéndice a la Guía del Museo Nacional (1907)

 

 


Las condiciones en las que se enfrentaron los ejércitos fueron similares, pero la forma en que asumieron las dificultades fue distinta. Los hombres bajo el mando de Barreiro mostraban poca lealtad hacia la Corona y, consecuentemente, menor empeño en sus objetivos militares. Barreiro notaba hostilidad de la población local hacia sus tropas, acentuada por los actos de represión implementados durante el periodo de restitución monárquica desde la llegada de Pablo Morillo (1775-1837). Según algunos historiadores, a pesar de criticar fuertemente la actitud de los hombres que comandaba, el general Barreiro no fue un buen líder, ya que era poco imaginativo y subestimaba a su enemigo. En sus cartas al virrey Juan de Sámano, Barreiro describía al Ejército Libertador como inferior y poco profesional, lo cual garantizaba la victoria del Imperio español. A pesar de referirse a las tropas realistas como superiores, Barreiro no lograba motivar a la Tercera División. El número de soldados que desertaban era muy alto e incluso algunos se unían al Ejército Libertador (Earle, 2014, p. 171). En cambio, la moral de los patriotas en los distintos momentos de la Campaña Libertadora era alta y se alimentaba con el apoyo de la población civil. En palabras del general Francisco de Paula Santander, 

          

Con una escasa ración y solo con eso, nuestros soldados, en cuyo corazón no había otro interés que el de destruir a los españoles, se manifestaban satisfechos, contentos con su suerte, firmes en su resolución, constantes en sus trabajos y superiores a todos los peligros y privaciones. El soldado se consolaba al ver a su general a su lado partiendo con él [hacia] los peligros y las necesidades. (Santander, 1988, p. 8)
 

     
 

Al igual que las acciones de los soldados, el respaldo de los habitantes de las zonas de conflicto fue crucial para la victoria republicana: hombres que en el camino se unieron a las filas, familias que los albergaron en sus casas, mujeres que alimentaron a los soldados y cuidaron de los heridos, campesinos que entregaron sus caballos, sacerdotes que recolectaban alimentos y ropa para el ejército (Rodríguez y Forero, 2014, p. 94). 

La indiscutible derrota de la Tercera División en el puente de Boyacá evidenció el debilitamiento del control español sobre la Nueva Granada. En los meses que siguieron a la batalla, las guarniciones realistas se rebelaron en Pamplona y Ocaña, hubo revueltas en Mompox y las guerrillas republicanas ocuparon el Socorro, Riohacha y Popayán. Si al finalizar el año de 1819 la situación del régimen español en la Nueva Granada era crítica, un año después la Corona también tuvo que enfrentar revueltas en España. El impacto de la revolución de 1820 contra el gobierno de Fernando VII, junto con la continua lucha de los republicanos por la libertad, llevó en los años siguientes a la independencia de la mayor parte de los territorios americanos que formaban parte del Imperio español (Earle, 2014, p. 179).
 

 

 
 
 

Saúl Orduz
Antiguo puente de Boyacá
Ca. 1939
Fotografía en blanco y negro
39 x 60 cm
Museo Nacional de Colombia, reg. 6058
Donada por la Asociación de Amigos del Museo Nacional (9.8.2007)

 

  


          

[1] Sobre los realistas ante la derrota en Boyacá, véase “Hace 200 años... La huida del poder español tras la victoria de los patriotas en la batalla del Puente de Boyacá el 7 de agosto de 1819”. En http://www.museonacional.gov.co/exposiciones/Paginas/Detalleexposicion.aspx

[2]  Sobre la travesía del Ejército Libertador por el Páramo de Pisba, véase “Hace 200 años... La travesía del Ejército Libertador por el Páramo de Pisba”. En: http://www.museonacional.gov.co/exposiciones/Paginas/Detalleexposicion.aspx

     

 

 

 

Bibliografía

 

Earle, R. (2014). España y la Independencia de Colombia, 1810-1825. Bogotá: Ediciones Uniandes.

Friede, J. (1969). La Batalla de Boyacá a través del los archivos españoles. Bogotá: Banco de la República.

Gutiérrez, D. (2019). 1819: campaña de la Nueva Granada. Bogotá: Universidad Externado de Colombia.

Rodríguez, J. V., y Forero, L. D. (2014). La Batalla del Pantano de Vargas. 25 de julio de 1918, Paipa, Boyacá, Nueva Granada. Las otras historias del pasado. Maguaré. Vol 25 (número 2 ), pp. 65-102.

Santander, F. de P. (1988). El general Simón Bolívar en la Campaña de la Nueva Granada de 1819. En F. de P. Santander, Escritos autobiográficos 1820-1840 (pp.3-25). Bogotá: Fundación Francisco de Paula Santander.

Soublette, C. (1989). Boletín del Ejército Libertador de la Nueva Granada. Batalla de Boyacá. En A. Montana, Santander y los ejércitos patriotas 1819. Tomo II (p. 244). Bogotá: Fundación Francisco de Paula Santander.

Thibaud, C. (2003). Repúblicas en armas: los ejércitos bolivarianos en la guerra de Independencia en Colombia y Venezuela. Bogotá: Planeta.

 


 

Colecciones: Historia

Lugar: Museo Nacional de Colombia

Fecha: 07/08/2019 A 31/08/2019

Costo: Homenaje virtual

Curador(es): Camila Martínez Velasco y María Paola Rodríguez Prada, Departamento-Curaduría de Historia





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