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Teniendo en cuenta que en Bogotá también se celebraba el Festival Iberoamericano de Teatro, Restellini consideró interesante exaltar en la
exposición el interés de Picasso por los espectáculos. Por tal motivo, buscó piezas que recrearan el tema del teatro como el excepcional cuadro de 1901 Mujer en el teatro o Diván japonés, el gouache Sainte Roulette
y la acuarela El estrangulador; estas últimas realizadas para un proyecto de cartel para teatro.
También se presentará por primera vez en un museo la acuarela de la bailarina japonesa Sada Yacco, que en
ese entonces se encontraba en el Teatro del Ateneo de París, y un telón de escenario de 10 x 4.80 mts dedicado por Picasso a su amigo Serge Lifar y realizado por los talleres de la Ópera de París en 1965 para el ballet
Prélude à l'Après-midi d'un faune (Preludio para la siesta de un fauno), de Claude Debussy, con la cual se cerrará este homenaje.
En la muestra Picasso en Bogotá se podrán apreciar quince dibujos realizados por
Picasso entre los años 1901 y 1923, que corresponden en su gran mayoría a estudios preparatorios de pinturas que en la actualidad se encuentran en los museos más importantes del mundo, quince óleos elaborados entre 1902 y 1969,
una escultura de 1906 y el telón de 1965.
Las piezas más antiguas fueron realizadas en el año 1901, bajo el influjo de su experiencia en París, a donde llegó por primera vez en el año 1900 con tan sólo 19 años de edad y
descubrió las corrientes artísticas de vanguardia.
Para ese momento, el joven nacido en Málaga, España, en 1881, apodado 'el pequeño Goya' por la genialidad que había demostrado desde los ocho años de edad, ya había
alcanzado la madurez académica y se encontraba en el comienzo de una interminable búsqueda artística.
En palabras del autor Ingo F. Walther, 'la evolución de Picasso a pintor maduro empezó con una formación académica; a
los 16 años ya había aprendido todo lo que había que aprender. Se dedicó al estudio del arte español de entonces, según él mismo menciona en una carta, con la ambición de ser más modernista que los modernistas. Y alcanzó la
meta. Sólo París podía representar para él todavía un desafío durante su época de aprendizaje'.
Sus primeros años estuvieron marcados por la obra de los artistas que conoció en la capital francesa como Henri de
Tolouse-Lautrec, Paul Cézanne, Edgar Degas, Pierre Bonard, Vincent van Gogh y Paul Gauguin.
Entre los temas que Picasso trabajó en ese momento se encuentra el teatro, hecho comprensible dado que París era la meca de la
tendencia del momento y Tolouse-Lautrec, uno de sus principales exponentes gráficos.
Piccaso se inspiró en el teatro con una clarísima influencia de Tolouse-Lautrec y elaboró carteles de algunas de las bailarinas del
momento; sin embargo, las realizadas precisamente para la geisha Sada Yacco Kawakami no tuvieron el éxito esperado.
El Diván Japonés inspirado por Sada Yacco es una muestra de trabajo puntillista, método rara vez
utilizado por Picasso.
También trabajó el tema de las maternidades, considerado un preludio de la etapa azul; la muestra trae dos de ellas: Madre e hijo, pluma y tinta china [1901] y Estudio para la maternidad,
pincel en tinta china y aguda. Este tema está asociado a las visitas que Picasso realizó a la prisión de Saint-Lazare, donde le llamó poderosamente la atención la presencia de niños en la cárcel. De los cuadros inspirados
en esta prisión, el más importante es Las dos hermanas y precisamente uno de los dibujos presentes en esta exposición corresponde a un estudio sobre esta obra.
Según John Richardson, actualizado biógrafo del
artista, 'Picasso no tardó mucho en idealizar y estilizar estas mujeres vulgares y transformarlas en vírgenes manieristas de exquisita sensibilidad y serenidad '.
La etapa azul, que comenzó en el año 1902, está
caracterizada por una paleta azul monocroma, en la cual las figuras tienen una estilización y un amaneramiento como el de El Greco y está influenciada por la escultura gótica y por las poses y el tratamiento que Gauguin da a
sus figuras. El azul fue atribuido inicialmente a la deplorable condición económica del pintor, aunque se presume que es una influencia del simbolismo y que tomó su inspiración de unas postales azules que en ese momento
circulaban en París.
Se estima, además, que el suicidio de su amigo Casagemas y el temor a estar infectado de sífilis lo llevaron a explorar la miseria humana. En los años 1903 y 1904 el azul se tornó ácido y su figuras
más patéticas. El cuadro por excelencia de esa etapa es La vie (La vida), realizado en 1903. Dos de los dibujos presentes en la exposición, Estudio de hombre sentado y Hombre anciano
corresponden también a esta época.
En 1905 Picasso dejó atrás la melancolía azul por una paleta de tonos rosas que inundó de belleza y sensualidad sus lienzos. Sus temas pasaron a ser personajes de la Comedia del Arte:
Colombina, Pierrot, los saltimbanquis y el arlequín. Sin embargo, la inspiración del artista no son los números del circo sino la vida cotidiana de quienes trabajan en él.
En ese momento Piccaso ya conoce a Guillaume
Apollinaire y acontece un momento inolvidable para el arte: la poesía y la pintura se alimentan mutuamente de una manera sin precedentes. De hecho, esta etapa tiene su origen en un poema de Apollinaire. El dibujo Amazona,
en pluma y tinta china, corresponde precisamente a esta época.
En 1906 realiza la escultura Mujer peinándose, momento en el cual exploró el tema del peinado y descubrió las posibilidades que ofrecía el gres
para la escultura.
En 1907 Piccaso terminó Las señoritas de Avignon y con este cuadro abrió un camino para el arte moderno. Según Richardson, ésta es la primera obra maestra del siglo XX, el principal detonante
del movimiento moderno, la piedra angular del arte de nuestro siglo.
Entre 1907 y 1917 Picasso desarrolló el movimiento que sería la cumbre de su originalidad: el cubismo, una nueva manera de representar el mundo sin
imitarlo. El cubismo dio por terminado con la perspectiva central y en contraposición, la visión de un objeto se realiza de manera simultánea desde varios puntos de vista. La intención del cubismo no es imitar la realidad sino
construir un nuevo objeto plástico. De esta manera, el cuadro, el dibujo o la escultura se convierte en un objeto pictórico.
Su compañero de búsqueda por esos años fue Georges Braque y con él recorrió el cubismo
analítico, caracterizado por la descomposición de los objetos y del espacio en múltiples perspectivas internas y externas a partir de los cuales el artista construye su obra y por una reducción del color hacia una monocromía en
la que predominan los tonos grises y tierras.
Posteriormente Picasso inventó el cubismo sintético, en el que introdujo a través del collage la tercera dimensión en la pintura, curiosamente el punto de arranque para la
escultura del siglo XX: los ensamblajes hechos a partir de piezas encontradas. Picasso en Bogotá presentará tres dibujos de esta etapa: Vista de una ciudad, un lápiz sobre papel; Composición cubista,
dibujo con pluma y tinta china sobre papel teñido y Composición cubista, una acuarela sobre papel.
En 1914 comenzó la I Guerra Mundial y fallece su compañera de entonces, Eva Gouel, de quien Piccaso estaba
profundamente enamorado. Picasso encuentra sosiego trabajando en el teatro y en 1917 acepta ir a Roma, en donde se une a Les Ballets Russes. Allí conoce a quien sería su primera esposa legítima: la bailarina Olga
Koklowa. El matrimonio con Olga cambia de manera radical su hábitos de vida y de la bohemia de los cafés pasa a las elegantes cenas con la aristocracia y el mundo del ballet.
El encuentro con la tradición clásica
Italiana, su nueva forma de vida y una tendencia neoclásica en la moda llevaron a Picasso a retornar a la figura.
Entre 1918 y 1936 Picasso realizó obras de una clara tendencia clásica, en las cuales no sólo vuelve a
demostrar su maestría para interpretar lo académico sino que deja claro cómo se puede hacer una interpretación moderna de lo clásico. La pieza más sobresaliente de esta época es el cuadro La flauta de Pan [1923]. Son
sellos característicos de esta etapa la intimidad en el manejo de los temas y la monumentalidad; no obstante, en este mismo período Picasso realiza la obra considerada cumbre del cubismo: Los tres músicos [1921]. Entre
las piezas de esta época que el Museo Nacional presenta se encuentran el óleo sobre tela Mesa con guitarra [1921] y el dibujo Arlequín sentado [1992].
Picasso conoce a los surrealistas en 1923, cuya
propuesta, dicta que las cosas no deben tener un significado explícito, alimenta su prolífica capacidad creadora.
En 1937 la obra Guernica inmortalizó el sufrimiento humano y dejó un testimonio tan hiriente y
doloroso como la propia realidad. El artista plasmó el horror de la guerra a partir del acervo de sus propias imágenes. Este sería el preludio de la Segunda Guerra Mundial y Picasso estuvo entones influido, hasta 1945, por la
temática de la guerra.
Algunos de los óleos de la presente exposición, como Naturaleza muerta con cerezas [1943] y Naturaleza muerta con jarra y calavera [1946], permiten ver temáticas como la escasez y el
encierro que el artista exploró en esos momentos.
Cuando los aliados liberaron París, Picasso ya era un mito, no sólo por su arte sino por su férrea posición contra el fascismo. Sin embargo, ésta quedaría en entredicho
cuando Stalin murió en 1953 y Picasso realizó un dibujo suyo a manera de homenaje que generó un gran desconcierto por los excesos del dictador.
Finalizada la Segunda Guerra el artista español se dedicó a interpretar a
algunos de los pintores más sobresalientes en la historia del arte occidental. Así, por ejemplo, ejecutó una serie completa sobre Las Meninas de Velásquez. En los últimos años de su vida artística se aisló y su obra es,
entonces, el reflejo de una profunda introspección en su producción artística y en su propia vida.
Vale la pena destacar el óleo sobre lienzo Mujer acurrucada [1953], en el cual el artista retrata a su última
compañera y segunda esposa, Jacqueline Roque. Para Picasso sus compañeras fueron siempre un recurso inagotable de inspiración; su obra está marcada por la presencia de cada una de ellas en su vida. Cada mujer fue una etapa y en
cada etapa le robó el alma a sus mujeres.
Las obras tardías de Picasso adquirieron una gran expresividad en la medida en que se hacía más viejo y el temor a que sus días acabaran hizo de su arte el arma más contundente
para luchar contra la muerte.
Así, Picasso, el genio, el hombre y el artista se inmortalizó por su vitalidad inagotable en un siglo de incesantes cambios, donde los que pasaron a la historia fueron quienes lideraron las
grandes revoluciones.
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