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24Flora en blanco y negro: indagaciones sobre qué es una flor en el Museo Nacional de ColombiaA partir del 20 de octubre estará abierta al público la exposición Flora en blanco y negro, en la sala de Adquisiciones Recientes del Museo Nacional de Colombia.

 

A partir del 20 de octubre estará abierta al público la exposición Flora en blanco y negro, en la sala de Adquisiciones Recientes del Museo Nacional de Colombia. 
 

La muestra está integrada por doce piezas, entre las que se presentan las obras que conforman la última serie de grabados del artista Juan Antonio Roda: Flora. El detallado dibujo científico de la Expedición Botánica, la búsqueda de la belleza natural académica o manifestaciones conceptuales cercanas al tema floral contrastan con los grabados de Roda y destacan el interés del artista por la expresión de sensualidad y erotismo. “Los grabados obedecen a una indagación sobre qué es una flor, sobre todo el misterio que envuelve siempre la historia del sexo o del origen de la vida”, afirmó el artista español, nacionalizado colombiano en 1970. 
 

En diálogo con las piezas de Roda, se encuentran obras de Francisco Antonio Cano, José Domingo Rodríguez y Antonio José Caro. La familia de Juan Antonio Roda donó la serie Flora en 2014, año en el que el Museo le rindió un homenaje nacional con una exposición. 

 

43100Sala de Adquisiciones recientesAdultos: $3.000 | Estudiantes: $2.000 | Niños (de 5 a 12 años): $1.000Rodrigo Trujillo20/10/201628/02/2017
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24Voces íntimas. Relatos e imágenes de mujeres artistasVoces íntimas, una selección de obras de algunas mujeres artistas, de diferentes épocas, que abordan variados aspectos relacionados con la intimidad.

 

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EXPOSICIÓN
Voces íntimas. 
Relatos e imágenes de mujeres artistas

Del 11 de noviembre de 2016 al 5 de febrero de 2017
 

El Museo Nacional de Colombia, entidad del Ministerio de Cultura, presenta la exposición Voces íntimas, una selección de obras de algunas mujeres artistas, de diferentes épocas, que abordan variados aspectos relacionados con la intimidad, y a través de éstas sugieren aspectos históricos y sociales de la nación colombiana.

La muestra, en la que se exhiben obras de dieciocho artistas desde finales del siglo XIX hasta comienzos del XXI, se divide en cinco secciones: “La casa”, “Los diarios”, “El cuerpo”, “El deseo” y “El silencio”.

 

“La casa”

Desde La costurera, de Margarita Holguín y Caro –que remite a las labores domésticas tradicionales de la mujer del siglo XIX–, hasta la provocadora Cama, de Feliza Bursztyn, o La última carta a Dios, de Ethel Gilmour –que refleja la cruda violencia de los años ochenta–, en esta sección se puede apreciar la transformación del espacio doméstico en los últimos dos siglos. En el grupo se incluyen obras de Teresa Cuervo Borda, Beatriz Daza, Beatriz González e Ida Esbra.

 

“El cuerpo”

En la segunda sección, los visitantes encontrarán obras relativas al cuerpo y a la manera como la sociedad y un grupo de mujeres artistas lo asumieron en las últimas décadas. Hena Rodríguez, Karen Lamassonne, Mariana Varela y María Teresa Hincapié abordan temas como la incidencia de los medios y la publicidad en el imaginario del cuerpo femenino, el surgimiento de movimientos feministas, reflexiones de género y derechos y la dimensión espiritual del cuerpo.

 

“Diarios”

La búsqueda por preservar instantes de un presente para la posteridad llevó a dos artistas a elaborar los diarios que se exhibirán en esta sección. Soledad Acosta de Samper comenzó su manuscrito en 1853 y, casi ciento cincuenta años después, en 2002, Ana Salas realizaba un video diario. Si bien en las dos obras se tocan aspectos primordialmente íntimos, en el caso particular de Acosta se evidencia la situación política de su tiempo y se destacan aspectos literarios que sugieren que su diario formó parte del entrenamiento que hizo para convertirse en escritora profesional.

 

“El deseo”

En esta sección se aborda el deseo como “el rincón más recóndito de la intimidad”, en palabras de la curadora de la exposición, Marta Rodríguez. En las obras del grupo es posible apreciar la tensión entre la vida mística, caracterizada por un temor al cuerpo impuesto por la religión católica, y la experiencia erótica del sexo y el voyerismo. Obras como La fuga del convento, de Débora Arango; celoSie, de Beatriz Eugenia Díaz, y Desborda, de Adriana Marmorek, componen este grupo.

 

“El silencio”

Para finalizar, se dedicó una sección independiente a una serie de once terracotas de Freda Sargent. De acuerdo con la curadora de la exposición, estas figuras femeninas van más allá de la representación del cuerpo; sus expresiones ensimismadas encierran el impulso del romanticismo, al igual que elementos poéticos y simbólicos que invitan a contemplarlas en silencio.

La exposición se complementará con una programación educativa y cultural en la que se incluyen charlas, visitas especiales y talleres, entre otras actividades. 

 

Voces íntimas es una iniciativa del Museo Nacional de Colombia con la cual se busca divulgar el legado de artistas colombianas. La exposición tiene sus antecedentes en la muestra itinerante Mujeres entre líneas. Una historia en clave de educación, arte y género, desarrollada por el Museo Nacional, con la curaduría de Carmen María Jaramillo. La exposición en formato de carteles se envió a todos los municipios del país entre 2015 y 2016.

Voces íntimas es una realidad gracias al patrocinio del Banco Itaú BBA y al apoyo de la Asociación de Amigos del Museo Nacional. 

43100Sala de exposiciones temporalesGratuita Marta Rodriguez11/11/20165/02/2017
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25Ruanas y casacas: los artesanos y el golpe de Estado de 1854Del 22 de Noviembre de 2016 al 30 de abril de 2017 el Museo Nacional de Colombia presenta en su Gabinete de obra frágil la exposición Ruanas y casacas: los artesanos y el golpe de Estado de 1854.

Ramón Torres Méndez (1809 - 1885)
Celestino Martínez (1820 - 1885)
Hermanos Martínez
Ejército del Norte (Fragmento)
1855
Litografía

 



Del 22 de Noviembre de 2016 al 30 de abril de 2017 el Museo Nacional de Colombia presenta en su Gabinete de obra frágil la exposición Ruanas y casacas: los artesanos y el golpe de Estado de 1854, donde se evocan las luchas de los artesanos colombianos a mediados del siglo XIX para ser reconocidos como actores políticos autónomos. El Golpe de Estado de 1854, con las victorias y derrotas que implicó para el sector artesanal, fue probablemente el episodio más dramático de dicho proceso.  

Durante el siglo XIX la vida política colombiana estuvo dominada por el partido liberal y el partido conservador, colectividades que eran controladas por miembros de las élites colombianas. Sin embargo, el ideal de ciudadanía fue asumido por otros sectores de la sociedad que utilizaron legítimamente las herramientas otorgadas por el régimen republicano, para tratar de hacer valer sus derechos y participar activamente en política. Probablemente el artesanado fue el elemento popular de la sociedad colombiana que tuvo mayor iniciativa, las sociedades de artesanos liberales se convirtieron en actores políticos de primer orden, enfrentándose con los conservadores y los liberales de élite. Estas tensiones llegaron a un punto crítico el 17 de abril de 1854, cuando el general José María Melo se tomó el poder, apoyado por soldados y artesanos. Las élites conservadoras y liberales se unieron para contener esta amenaza a su dominio político y económico, venciendo finalmente al gobierno golpista. Aunque fueron derrotados, las acciones de los artesanos y sus aliados durante 1854 implicaron el principal cuestionamiento de la hegemonía de las élites acaecido durante el siglo XIX. Tal espíritu contestatario y la búsqueda de una ciudadanía más incluyente, fueron retomados en el siglo XX.

La exposición Ruanas y casacas: los artesanos y el golpe de Estado de 1854, está compuesta por veintiséis piezas, entre las cuales se cuentan litografías, acuarelas, daguerrotipos, dibujos y textiles, que representan al artesanado y otros sectores partícipes de los acontecimientos evocados.  ​

 

43100Gabinete de MiniaturasAdultos: $3.000 | Estudiantes: $2.000 | Niños (de 5 a 12 años): $1.000Santiago Robledo Páez29/11/201630/04/2017
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24Te llevo conmigo, en el Museo Nacional de ColombiaA partir del 27 de abril de 2016, el Museo Nacional de Colombia expondrá en su Gabinete de Miniaturas Te llevo conmigo: miniaturas, relicarios y daguerrotipos.

A partir del 27 de abril de 2016, el Museo Nacional de Colombia expondrá en su Gabinete de Miniaturas Te llevo conmigo: miniaturas, relicarios y daguerrotipos.

La exposición está conformada por 49 piezas, con las que se muestra cómo el retrato en miniatura sirvió para tejer vínculos afectivos entre esposos, padres e hijos o familiares cercanos. Su reducido tamaño, los elaborados estuches en que lo enmarcaron y la facilidad de transportarlo le dieron el carácter de atesorar y llevar consigo la imagen de los seres queridos.

Las mujeres portaron las miniaturas en camafeos, collares o broches, mientras que los hombres las llevaron de manera discreta en el bolsillo del chaleco; también se enmarcaron para tenerlas y admirarlas en el espacio íntimo del hogar. En ocasiones se incluyeron mechones de pelo como si fueran relicarios y a veces se elaboraron complicados dibujos en el reverso, con el cabello de los difuntos.

Con la llegada de la fotografía a Colombia en 1841, el daguerrotipo y luego otras técnicas, como el ambrotipo y las tarjetas de visita en papel de albúmina, remplazaron la función de la miniatura pintada en marfil. El objeto como tesoro afectivo se conservó gracias al uso de los estuches, elaborados como joyas.

Entre las piezas de la exposición se destacan un relicario con cabellos de Simón Bolívar que perteneció a la esposa de James Towers English, un general de la Legión Británica; una miniatura de María Coleta Medina, esposa de Ramón Torres Méndez; el daguerrotipo de Juan y María Josefa Sordo Girardot, pareja de padre e hija, y el óleo de Araceli Fernández de la Hoz, que lleva un camafeo al cuello con la imagen de su esposo, Agustín Codazzi.

La selección de piezas reúne obras del Museo de la Independencia - Casa del Florero, del Fondo Cultural Cafetero, de la Fundación Enrique Grau y del Museo Nacional de Colombia.

 

La entrada a la muestra es gratuita.

43100Gabinete de miniaturas27/04/201627/05/2016
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24Pura fibraPura fibra, es una exposición con la que se busca dar a conocer algunos saberes y prácticas referentes a la obtención y transformación de fibras, su uso en la elaboración de objetos, así como la relación entre las poblaciones que

Pura fibra

Tejer pensamiento, pensar tejiendo

Del 23 de marzo al 22 de mayo de 2016

 

“Observar, pensar, experimentar, nombrar… son acciones fundamentales en los procesos llevados a cabo por los grupos humanos para hacer uso de los recursos naturales. Cientos de años de acumulación de conocimiento y prácticas han permitido el desarrollo de técnicas de recolección, preparación de las fibras, manipulación y elaboración de objetos de uso cotidiano y ritual”.

-Texto de curaduría

 

El Museo Nacional de Colombia presenta Pura fibra, una exposición con la que se busca dar a conocer algunos saberes y prácticas referentes a la obtención y transformación de fibras, su uso en la elaboración de objetos, así como la relación entre las poblaciones que los crean y su entorno. 

En Pura fibra los visitantes podrán apreciar 115 objetos etnográficos, en su mayoría pertenecientes a la colección del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), recolectados por los pioneros de la etnología a mediados del siglo XX. 

Por medio de las piezas en exhibición y de una serie de testimonios de artesanos y sabedores provenientes de distintas regiones del país, se presentarán algunos de los oficios practicados por comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas y urbanas, las cuales han empleado especies vegetales recolectadas en diferentes regiones y ecosistemas para la elaboración de objetos asociados con actividades y necesidades cotidianas, tales como la recolección y preparación de alimentos, la protección del cuerpo, la crianza, la cura de enfermedades y el resguardo del sol, la lluvia y el viento.

La exposición está dividida en cinco secciones, en las que se da cuenta de esto: “Para el cuerpo y el alma”; “Para transportar, conservar y consumir los alimentos”; “Para resguardo del sol, la lluvia y los vientos”; “Para la crianza y la transmisión de conocimientos”, y “Para danzar, cantar y compartir”. 

En cada uno de los objetos exhibidos se puede apreciar el conocimiento que las comunidades tienen de su entorno, su relación con el medio ambiente y toda la carga simbólica que se imprime en su diseño y elaboración. Un chinchorro, por ejemplo, es un objeto de uso cotidiano y a la vez ritual en casi todas las comunidades del Amazonas: se utiliza para arrullar al niño, para descansar y, finalmente, como mortaja. Además, es un elemento en el que se puede observar el alto nivel de dominio de la técnica del tejido de fibras, ya que en la mayoría de los casos el mismo chinchorro acompaña a los individuos de las comunidades durante toda la vida. 

En la exposición se destacan también los abanicos, que para comunidades como los ikas, de la Sierra Nevada de Santa Marta, son los objetos más poderosos que existen en su cosmogonía, puesto que son los únicos capaces de atizar el fuego y, dependiendo de su color, pueden generar cosas positivas o negativas con cada movimiento. 

Estas piezas, junto con sombreros, cestos, bandas para el cuerpo, mochilas, trajes rituales y canastos, entre muchas otras, acercarán a los visitantes a prácticas y saberes relacionados con la obtención y transformación de fibras, su empleo para elaboración de objetos y, de esta manera, los invitarán a reflexionar sobre las relaciones entre las poblaciones y su entorno. 

Cabe señalar que en Colombia existen cerca de 130 especies de árboles, palmas, bejucos, raíces, entre otros, utilizadas por diversas culturas para la obtención de fibras y elaboración de objetos. En la muestra, los visitantes podrán conocer aspectos del trabajo con 16 especies de fibras y su uso para elaboración de objetos en comunidades que habitan en lugares ubicados a nivel del mar hasta elevaciones superiores a los 3.200 metros de altura. Para esto, el Museo Nacional solicitó al artista visual Andrés Chaparro la intervención de la Sala de Exposiciones Temporales con dibujos a gran escala de tres de estas especies. 

La exposición Pura fibra es una iniciativa del Ministerio de Cultura, el Museo Nacional de Colombia y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, y cuenta con el patrocinio de Itaú BBA Colombia y el apoyo de la Asociación de Amigos del Museo. La Sala de Exposiciones Temporales es patrocinada por Gas Natural Fenosa.

43100Museo23/03/201622/05/2016
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26Omar Rayo: geometría vibranteEn estas obras, que se caracterizan por composiciones geométricas, el uso de pocos colores y la simplicidad de sus formas, se da cuenta de la incursión de Rayo en la abstracción y se revela el interés del maestro por las formas pr

En la muestra, que se exhibirá entre el 2 de diciembre de 2015 y el 17 de febrero de 2016, se pondrá a disposición del público una selección de 60 pinturas y grabados del artista vallecaucano.

 

La muestra comienza con una selección de la serie Vía Sur, inspirada en ciudades como Lima, Montevideo y Buenos Aires, lugares que Rayo visitó en sus viajes por Suramérica durante la década de los cincuenta. En estas obras, que se caracterizan por composiciones geométricas, el uso de pocos colores y la simplicidad de sus formas, se da cuenta de la incursión de Rayo en la abstracción y se revela el interés del maestro por las formas precolombinas.

El segundo grupo lo constituyen los Intaglios, grabados en papel, sin color, con impresiones en relieve de objetos cotidianos y diseños geométricos. Estas estampas, desarrolladas principalmente en los años sesenta en México y Nueva York, son fundamentales para entender la gráfica del pop y el arte óptico en esta década.

En la siguiente sección se exhiben obras de la serie Sin sombra, piezas abstractas, resueltas con colores planos y en composiciones asimétricas. Rayo hizo estas pinturas, en acrílico sobre tela, durante los años en los que vivió en Nueva York. 

La cuarta sección la conforman los Lienzos irregulares. Estas obras, muy representativas de la producción artística de Rayo, se caracterizan por las formas irregulares y tridimensionales que lograba el maestro gracias al ensamblaje de lienzos y la inclusión de objetos en la composición.

Finalmente, se presenta un grupo de las distintivas Pinturas con sombreados, piezas que se reconocen por  las ilusiones ópticas que generan las representaciones de bandas y cintas, que parecen plegadas y entrelazadas. Además, las sombras les dan la impresión de profundidad.

Omar Rayo: geometría vibrante se presenta en el marco del programa Homenajes Nacionales del Museo Nacional de Colombia, una línea de exposiciones de los grandes maestros del arte colombiano con la que se busca exaltar el trabajo de creadores que han hecho valiosos aportes a la historia del arte nacional. En este sentido, Miguel González, curador de la muestra, se refiere al legado del maestro:

Omar Rayo creó, indiscutiblemente, una gramática visual y su obra logró destacarse hasta formar parte de la memoria colectiva. Su legado es vasto y casi inabarcable. Él fue también escultor, diseñador, editor, fotógrafo, gestor, pensador y escritor. Su producción visual relacionada con la pintura y la gráfica es seguramente su aspecto más conocido, por lo que esta muestra, en la que se reúnen sesenta obras de distintos periodos, traza una cronología que señala un legado de reflexiones y aportes.

43100Sala de Exposiciones Temporales Gas Natural Fenosa2/12/201517/02/2016
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25Cuerpo y silencio - In memoriam. Luis CaballeroEl Museo Nacional de Colombia se suma a la conmemoración de los veinte años del fallecimiento de Luis Caballero con la intervención Cuerpo y silencio, en la que se exhiben dos reconocidas obras del maestro, que forman parte de la

Antes de que las cosas desaparezcan

Momentos en las colecciones del Museo NacionalDel 25 de septiembre al 25 de octubre de 2015

 

El conjunto de objetos que hoy se encuentra en la actual sede del Museo Nacional de Colombia, como en muchos otros museos especializados, se agrupó inicialmente en la categoría de piezas raras y curiosas. Éstas habrían corrido el riesgo de desaparecer si no hubiera existido una voluntad de agruparlas de diversas formas en un mismo lugar, al igual que de organizarlas y catalogarlas por sus características físicas, por el origen de su pertenencia a individuos y comunidades, o bajo miradas disciplinares de índoles arqueológica, etnográfica, histórica o artística. Con la exposición Antes de que las cosas desaparezcan, el Museo Nacional de Colombia busca presentar algunos momentos en la conformación de sus colecciones.

En la primera sección de la sala, denominada Un relato a pesar de sí mismo, se busca invitar a la reflexión sobre lo que ha significado pensar en las colecciones del Museo a partir de la Constitución Política de 1991 y dar una nueva lectura e interpretación de Colombia en clave de diversidad e inclusión.

El segundo espacio de la sala se divide en tres momentos: en el primero, titulado Un gabinete de curiosidades colombianas, se muestra un grupo de piezas relacionadas con la fundación del Museo como institución de carácter nacional. El recorrido continúa con La curiosidad organizada, un momento en el que esa especie de gabinete de curiosidades se organiza a partir de los primeros catálogos y guías descriptivas con una mirada disciplinar. La exposición finaliza con la sección Museos en prisión, la cual remite a los visitantes al momento en el que el Museo encuentra su sede definitiva en el panóptico y vuelve a reunir sus colecciones con el criterio de tres museos especializados: el Museo Arqueológico y Etnográfico, el Museo Histórico y el Museo de Bellas Artes, cada uno ubicado en cada una de las tres plantas de la antigua Penitenciaría Central de Cundinamarca.

 

En Antes de que las cosas desaparezcan se presentan piezas de las cuatro colecciones del Museo, puestas en diálogo, con el ánimo de invitar a la reflexión sobre la importancia de preservar la memoria de la nación mediante la colección y el cuidado de objetos históricos y etnográficos, al igual que obras de arte. Con la exposición se busca también poner en evidencia la manera en la que parte del acervo que ha conservado el Museo a lo largo de 192 años de historia sirvió además para la conformación de varios museos especializados, por medio de un ejercicio de sumas y restas de sus piezas a través de procesos individuales e institucionales de donación, adquisición, remisión o repatriación.

La exposición es una iniciativa del Ministerio de Cultura a través del Museo Nacional de Colombia y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh). La muestra es una realidad gracias a la alianza con Ecopetrol, al patrocinio de Itaú BBA y al apoyo de la Asociación de Amigos del Museo Nacional.​

43100Museo NacionalSala de Exposiciones Gas Natural Fenosa1/01/20161/01/2016
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25Memorias del mundo campesino: escuelas radiofónicas (1947-1988)La exposición evoca, el esfuerzo y la perseverancia del campesino colombiano de mediados de siglo XX por lograr su formación en las primeras letras y por conocer y apropiarse de principios útiles para mejorar sus condiciones de vi

 

El Museo Nacional de Colombia presenta la exposición temporal Memorias del mundo campesino: escuelas radiofónicas (1947-1988), una experiencia educativa forjada en el campo, la cual se exhibirá a partir del 16 de abril en la Sala de Adquisiciones Recientes. 

Por medio de un aparato radial de 1954, fotos testimoniales de las décadas de 1950 a 1970, así como de algunas cartillas educativas desarrolladas por Radio Sutatenza, la exposición busca recordar el contexto de alfabetización y educación no formal del campesinado colombiano durante las décadas de mayor transformación del país, cuando su identidad dejó de ser rural y se convirtió en urbana.

La exposición evoca igualmente, el esfuerzo y la perseverancia del campesino colombiano de mediados de siglo XX por lograr su formación en las primeras letras y por conocer y apropiarse de principios útiles para mejorar sus condiciones de vida. Tal formación surge en el marco de las escuelas radiofónicas creadas por Acción Cultural Popular (ACPO) en 1947. Durante esa década, más de la mitad de la población colombiana habitaba en el campo y la mayoría era analfabeta, vivía en condiciones de pobreza y sin acceso a salud ni a educación. Ignoraba nociones sobre higiene, economía familiar y carecía de conocimientos sobre técnicas modernas de explotación agrícola. Las Escuelas Radiofónicas tuvieron como propósito superar estas condiciones, desarrollando estrategias educativas innovadoras que implicaron el uso de un grupo combinado de medios de comunicación. Su apropiación por parte de los habitantes del campo no solamente transformó la vida de los individuos, sino que garantizó el éxito de las Escuelas Radiofónicas.

En la exposición se muestran los rostros y testimonios de gente proveniente de regiones alejadas, de quienes vivieron día a día su proceso de crecimiento personal y comunitario gracias a lasescuelas radiofónicas y permite al visitante escuchar contenidos de algunas clases radiales con las cuales se formaron cerca de cuatro millones de campesinos a mediados del siglo XX.

Memorias del mundo campesino: escuelas radiofónicas (1947-1988), una experiencia educativa forjada en el campo se presenta en el Museo Nacional de Colombia, gracias a la donación de piezas de la Fundación Acción Cultural Popular. Con la muestra se afirma el compromiso del Museo de enriquecer los fondos patrimoniales de los colombianos, con testimonios históricos de una parte fundamental de la memoria nacional: su población campesina.

La entrada a la muestra es gratuita.​ 

 

Información de interés

Conozca los archivos sonoros de Radio Sutatenza que conserva la fonoteca de Señal Memoria:

 

 

 

43100Museo Nacional de ColombiaGratuito16/04/20151/02/2016
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24Lorenzo no como los otrosSe busca internar al espectador en el mundo intrincado –algunas veces oscuro, y otras veces luminoso y colorido– de las décadas de los setenta y ochenta.

 

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Con la propuesta museográfica que se hace en el Museo Nacional se busca internar al espectador en el mundo intrincado –algunas veces oscuro, y otras veces luminoso y colorido– de las décadas de los setenta y ochenta, para lanzarlo tras las bambalinas de un escenario o encerrarlo entre andamios y rejas, en un recorrido laberíntico y no lineal.

En el Museo de Artes Visuales el espectador estará rodeado de silencio, lo que le permitirá observar meditativamente la manera en que la serie de los yacentes lo llevan por una ruta rítmica, sostenida y sosegada.

 

Cuerpo femenino

Las mujeres son una clave importante para entender la obra de Lorenzo, en la medida en que dan cuenta de dos aspectos muy característicos de su vida: la búsqueda de su propia identidad por parte del artista y la fuerte influencia de las mujeres en su carrera.

Las mujeres de Lorenzo, lejos de ser figuras idealizadas, se muestran deformadas, con aspectos zoomorfos y, en algunos casos, con características imaginarias y mitológicas. En este grupo se destacan Diablesa, Gato por liebre, Las chicas extravagantes y el tríptico Danzantes.

 

Ciclo vida-muerte

En esta sección se exhiben obras que dan cuenta de algunas inquietudes creativas y de aspectos simbólicos en la obra de Lorenzo, sus ocurrencias, deseos y transformaciones. Estas piezas muestran también la singularidad de la técnica empleada en los grabados: obras que, en lugar de ser minuciosas y técnicamente "limpias", son "sucias" y manchadas.

En este grupo se incluyen las monstruosas Talking Heads y las Cabezas de pera, con sus orificios que, en palabras del curador, Diego Salcedo, invitan a escudriñar en la obra.

 

Celebración de la tragedia

Uno de los aspectos característicos de la carrera de Lorenzo fue su incursión en el teatro como diseñador de escenografías y vestuarios. Además de la influencia que ejerció en él su hermana, la actriz Rosario Jaramillo, desde su adolescencia el artista leyó grandes clásicos; adicionalmente, durante sus estancias en Europa tomó cursos de escenografía y máscaras, y tuvo la oportunidad de asistir a grandes puestas en escena.

El eje central de este grupo es el telón de la obra teatral Sobre las arenas tristes, una pintura sobre yute que se exhibe por primera vez en una sala de exposiciones; los visitantes podrán encontrar también apuntes y bocetos de Lorenzo, al igual que documentos de archivo relacionados con su trabajo en teatro.

 

Los pájaros del alma

En esta selección hay pinturas, grabados y dibujos de ángeles y arcángeles. Figuras masculinas, con sexo, deformidades, interpretaciones de Lorenzo, que desafían la tradicional representación de estos seres.

 

Contemplación

El Museo de Artes Visuales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano albergará la serie de los Yacentes: figuras masculinas contorsionadas, rendidas y en ocasiones mutiladas, realizadas por Lorenzo en sus últimos años de vida. Estos dibujos, hechos en tinta negra sobre papel de arroz, reflejan un contraste con la colorida obra temprana del artista y denotan una búsqueda por generar emociones en el espectador.

Finalmente, en el MAV los visitantes podrán conocer algunos objetos personales del artista y los dibujos de su cuaderno de bocetos de 1975.​

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43100Sala de Exposiciones temporalesGratuitaDiego Salcedo27/04/201629/06/2016
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25Pasado y presente en el Gabinete de Miniaturas del Museo NacionalPasado y presente en el Gabinete de Miniaturas exhibe casi la totalidad del conjunto patrimonial de la colección de miniaturas, que hoy en día cuenta con alrededor de 100 piezas.​​

En la nueva exposición del Museo Nacional de Colombia, los visitantes podrán ver una de las colecciones públicas de miniaturas más grandes del país. Pasado y presente en el Gabinete de Miniaturas exhibe casi la totalidad del conjunto patrimonial de la colección de  miniaturas, que hoy en día cuenta con alrededor de 100 piezas.

El primer grupo de 63 miniaturas fue presentado al público por medio de un catálogo especializado, editado conjuntamente por el Museo Nacional de Colombia y el Instituto Colombiano de Cultura en 1993. La investigación dio base a la apertura del Gabinete de Miniaturas seis años más tarde.

En 1881 ingresaron al Museo las primeras piezas de esta técnica, en la que era preeminente el género del retrato, especialmente a partir de imágenes de los dirigentes y próceres de la nación. No obstante, y según los catálogos de las colecciones del Museo, los primeros retratos de mujeres en las miniaturas se recibieron sólo hasta 1947. Estos correspondían a efigies de las hermanas del pintor Lucas Torrijos Ricaurte (1814-1890), lo cual permitió abrir un campo de investigación que asoció la técnica de la miniatura no solamente con la representación de los protagonistas de la vida civil y militar del país, sino con los ámbitos familiares y cotidianos de los artistas que producían estas obras.

El incremento de la colección de miniaturas en las últimas décadas, obedeció a la gestión y aportes de instituciones  como la Asociación de Amigos del Museo Nacional, la Fundación Beatriz Osorio y el Ministerio de Cultura, y los aportes de personas que como Miguel Samper, Eduardo Santos, Teresa Cuervo, Lucía Espinosa y Pilar Jaramillo de Zuleta, entre otros, han entregado al Museo Nacional de Colombia objetos históricos y artísticos para el estudio y disfrute de los ciudadanos.

La entrada a la exposición es gratuita.​

43100NNNN0NN25/11/201525/04/2016
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25Antes de que las cosas desaparezcanEl conjunto de objetos que hoy se encuentra en la actual sede del Museo Nacional de Colombia, como en muchos otros museos especializados, se agrupó inicialmente en la categoría de piezas raras y curiosas.​​

Antes de que las cosas desaparezcan

Momentos en las colecciones del Museo NacionalDel 25 de septiembre al 25 de octubre de 2015

 

El conjunto de objetos que hoy se encuentra en la actual sede del Museo Nacional de Colombia, como en muchos otros museos especializados, se agrupó inicialmente en la categoría de piezas raras y curiosas. Éstas habrían corrido el riesgo de desaparecer si no hubiera existido una voluntad de agruparlas de diversas formas en un mismo lugar, al igual que de organizarlas y catalogarlas por sus características físicas, por el origen de su pertenencia a individuos y comunidades, o bajo miradas disciplinares de índoles arqueológica, etnográfica, histórica o artística. Con la exposición Antes de que las cosas desaparezcan, el Museo Nacional de Colombia busca presentar algunos momentos en la conformación de sus colecciones.

En la primera sección de la sala, denominada Un relato a pesar de sí mismo, se busca invitar a la reflexión sobre lo que ha significado pensar en las colecciones del Museo a partir de la Constitución Política de 1991 y dar una nueva lectura e interpretación de Colombia en clave de diversidad e inclusión.

El segundo espacio de la sala se divide en tres momentos: en el primero, titulado Un gabinete de curiosidades colombianas, se muestra un grupo de piezas relacionadas con la fundación del Museo como institución de carácter nacional. El recorrido continúa con La curiosidad organizada, un momento en el que esa especie de gabinete de curiosidades se organiza a partir de los primeros catálogos y guías descriptivas con una mirada disciplinar. La exposición finaliza con la sección Museos en prisión, la cual remite a los visitantes al momento en el que el Museo encuentra su sede definitiva en el panóptico y vuelve a reunir sus colecciones con el criterio de tres museos especializados: el Museo Arqueológico y Etnográfico, el Museo Histórico y el Museo de Bellas Artes, cada uno ubicado en cada una de las tres plantas de la antigua Penitenciaría Central de Cundinamarca.

 

En Antes de que las cosas desaparezcan se presentan piezas de las cuatro colecciones del Museo, puestas en diálogo, con el ánimo de invitar a la reflexión sobre la importancia de preservar la memoria de la nación mediante la colección y el cuidado de objetos históricos y etnográficos, al igual que obras de arte. Con la exposición se busca también poner en evidencia la manera en la que parte del acervo que ha conservado el Museo a lo largo de 192 años de historia sirvió además para la conformación de varios museos especializados, por medio de un ejercicio de sumas y restas de sus piezas a través de procesos individuales e institucionales de donación, adquisición, remisión o repatriación.

La exposición es una iniciativa del Ministerio de Cultura a través del Museo Nacional de Colombia y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh). La muestra es una realidad gracias a la alianza con Ecopetrol, al patrocinio de Itaú BBA y al apoyo de la Asociación de Amigos del Museo Nacional.​

43100Sala de exposiciones temporales Gas Natural FenosaSala de exposiciones temporales Gas Natural Fenosa0Margarita Reyes, María Paola Rodríguez, Julián Serna y Daniel Castro Benítez25/09/201525/10/2015
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24En abstracto: Exposición con motivo de la donación de Fanny SanínQuienes visiten el Museo durante los próximos meses tendrán la oportunidad de conocer un grupo de obras que da cuenta de la trayectoria de Fanny Sanín, una de las pintoras colombianas más reconocidas en el ámbito internacional.​

 

Quienes visiten el Museo Nacional de Colombia durante los próximos meses tendrán la oportunidad de conocer un grupo de obras que da cuenta de la trayectoria de Fanny Sanín, una de las pintoras colombianas más reconocidas en el ámbito internacional, quien se ha convertido en referente de la historia del arte colombiano.

En abstracto. Exposición con motivo de la donación de Fanny Sanín se exhibirá en el Museo Nacional entre julio de 2015 y junio de 2016. En la muestra se presentan distintas etapas de la obra de esta artista bogotana y se revela el desarrollo de su pintura a lo largo de los años, fruto de la constancia y disciplina de una incansable estudiosa del color y la composición.

La obra de Fanny Sanín tiene sus orígenes en la década de los sesenta, cuando se consolidó el movimiento del arte abstracto en Colombia. En ese momento, la artista se destacó entre sus maestros y contemporáneos, como Juan Antonio Roda, Eduardo Ramírez Villamizar, David Manzur o Arman​do Villegas, por sus pinturas expresivas de manchas, transparencias y pinceladas pastosas.

En los años siguientes, su exploración se tornó geométrica. Gracias a complejos procesos de estudio de las cualidades de la pintura, encontró en las franjas y segmentos de color plano las estructuras simétricas y las diagonales, en tanto que en las composiciones en espejo halló los elementos característicos de su proyecto artístico.

Cabe destacar que los títulos de sus pinturas demuestran la búsqueda por la abstracción pura. Desde la década de los sesenta titula sus pinturas con una secuencia cronológica que no tiene referentes, con lo cual invita al espectador a la interpretación y a la reflexión en torno a la configuración del espacio bidimensional y las tensiones entre formas y colores.

La exposición En abstracto consta de veinte obras, nueve de las cuales conforman la donación que la artista hizo al Museo Nacional. Vale la pena mencionar que la obra Óleo Nº 1B, de 1962, se exhibió por primera vez en el panóptico en el marco del XIV Salón de Artistas y ahora vuelve para formar parte de la colección del Museo de todos los colombianos.

En abstracto. Exposición con motivo de la donación de Fanny Sanín es una realidad gracias a la generosidad de la maestra Fanny Sanín, al patrocinio de Itaú BBA y al apoyo de la Asociación de Amigos del Museo Nacional.​​

 

43100Museo Nacional de ColombiaGratiuta Fanny Sanín1/07/20151/06/2016
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24Homenaje al alcalde mayor de MacondoGracias a los archivos de la fonoteca de Señal Memoria, se presenta la voz de Gabo leyendo apartes de dos de sus obras emblemáticas: Cien años de soledad y El coronel no tiene quien le escriba.​​​​​​

José Arcadio Buendía emprendió una expedición junto a un grupo de hombres, mujeres, niños y toda clase de enseres, con el objetivo de atravesar la Sierra rumbo al oeste, en busca de una salida al mar. Luego de veintiséis meses de camino, los expedicionarios desistieron de su empresa y, para no dar vuelta atrás, fundaron Macondo. Erigieron la población a las orillas de un río, separada de Riohacha por una sierra impenetrable  al oeste y rodeada al este por la Ciénaga Grande. Macondo, creado por la pluma del Premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, se ha convertido en una metáfora de los pueblos del Caribe.

 

A partir de uno de los motivos insignes de la obra de García Márquez, en esta exposición se reúnen diferentes representaciones del entorno natural y cultural del Caribe colombiano. Gracias a los archivos de la fonoteca de Señal Memoria, se presenta la voz de Gabo leyendo apartes de dos de sus obras emblemáticas: Cien años de soledad y El coronel no tiene quien le escriba. En diálogo con estos trabajos literarios, se presenta un conjunto de piezas que nos aproxima a la realidad macondiana. En la exhibición, conformada por objetos de la colección del Museo Nacional de Colombia y una pieza traída especialmente para esta muestra, desde las artes plásticas, la fotografía y el arte popular, se explora una manera particular de entender el mundo

43100Sala ModernidadesJulián Serna24/04/201528/05/2015
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25Encuentros México-ColombiaPoner en diálogo la producción artística de los dos países mediante piezas de la colección Sura y un grupo de obras pertenecientes al Museo Nacional de Colombia, al igual que dar cuenta tanto de los puntos en común como de las div
Exposición temporal

Encuentros México-Colombia

Colección Sura

 
Del 12 de marzo al 7 de junio de 2015
 
 

Con la exposición Encuentros México-Colombia, que se presenta a partir del próximo 12 de marzo en el Museo Nacional de Colombia, se busca poner en diálogo la producción artística de los dos países mediante piezas de la colección Sura y un grupo de obras pertenecientes al Museo Nacional de Colombia, al igual que dar cuenta tanto de los puntos en común como de las diversas miradas que existen entre ambas culturas. En la muestra se exhibe en paralelo una selección de cerca de cien obras de los dos países, entre pinturas, dibujos, esculturas, fotografías y grabados, que comprenden géneros como el bodegón, el paisaje y el retrato.

La exposición se divide en cuatro ejes. El recorrido comienza con el espacio denominado Conocer el territorio, en el que se invita a reflexionar sobre la representación plástica del espacio y se señala el contraste entre el vasto paisaje mexicano y el paisaje íntimo, representado en escenas del arte colombiano. En el segundo grupo, Los habitantes, se destaca el interés del arte mexicano por lo social y la búsqueda por construir un arquetipo de identidad latinoamericana que influenció el arte colombiano. En el tercer grupo, denominado Disponer de la naturaleza, se muestra el bodegón desde el punto de vista de la composición de los objetos como una acción artística e intelectual. Finalmente, en la sección Lo onírico se presentan obras poéticas e irreales. 

Entre los autores de las obras sobresalen grandes nombres del arte latinoamericano, como Felipe Santiago Gutiérrez, Manuel Rodríguez, Saturnino Herrán, Jorge González Camarena, Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, Eduardo Morales, Ernesto Icaza, Dr. Atl, Frida Kahlo y Diego Rivera, en México, e Ignacio Gómez Jaramillo, Débora Arango, Luis Ángel Rengifo, Luis Alberto Acuña, Rómulo Rozo, Andrés de Santa María, Fernando Botero, Luis de Llanos, Jesús María Zamora y Ramón Torres Méndez, en Colombia.

La presentación en Bogotá de esta exposición, cuya curaduría estuvo a cargo de Alberto Sierra y Consuelo Fernández, es promovida por Sura, empresa que a lo largo de sus 70 años de historia ha mantenido un estrecho vínculo con el arte y la cultura, al reconocer el gran valor patrimonial, histórico y testimonial que éstos representan para la sociedad. “Esperamos que esta exposición, que une a Colombia y a México, contribuya a brindar un sólido testimonio de la riqueza cultural de nuestros países y del arte latinoamericano en general”, afirmó Fernando Ojalvo, vicepresidente de Asuntos Corporativos del Grupo Sura y miembro del Comité Cultural de Sura.

La exposición Encuentros México-Colombia ya se presentó en el Museo Dolores Olmedo y en el Centro Cultural de Tijuana, en México, así como en el Museo de Antioquia, en Medellín. Su paso por Bogotá es una iniciativa de Sura y del Ministerio de Cultura, por intermedio del Museo Nacional de Colombia. Así mismo, cuenta con el apoyo de las entidades que apoyan al Museo Nacional de Colombia: Itaú BBA y la Asociación de Amigos del Museo Nacional. Por su parte, Gas Natural patrocina la sala de exposiciones temporales.

43100Sala de exposiciones Gas Natural FenosaSala de exposiciones Gas Natural Fenosa0Alberto Sierra, Consuelo Fernández12/03/20157/06/2015
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25Del costumbrismo a la academiaEn la exposición se presentan más de cien obras que ofrecen un recorrido por el arte colombiano del siglo XIX y comienzos del XX.​​​​

Exposición temporal
Del costumbrismo a la academia
Hacia la creación de la Escuela Nacional de Bellas Artes

Del 5 de diciembre de 2014 al 15 de febrero de 2015

 

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  • En la exposición se presentan más de cien obras que ofrecen un recorrido por el arte colombiano del siglo XIX y comienzos del XX.
  • Del costumbrismo a la academia es una excelente oportunidad para conocer un número importante de piezas de la colección que no están exhibidas, así como de analizarlas desde otra perspectiva.

 

El Museo Nacional de Colombia, entidad del Ministerio de Cultura, presenta la exposición temporal Del costumbrismo a la academia: hacia la creación de la Escuela Nacional de Bellas Artes.

En esta muestra se exhibe una selección de más de cien dibujos, pinturas y esculturas que ofrecen un panorama de los antecedentes de la creación de la Escuela, algunas de las características de la institución y las consecuencias que tuvo la adopción del canon academicista para la enseñanza del arte en Colombia a finales del siglo XIX.

Igualmente, se destaca la importancia de la creación de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Colombia, fundada en 1886, como parte de un proyecto que prometía civilización, progreso y pacificación de la nación. Así mismo, se exalta el papel de la Escuela en la educación de una generación de artistas que transformó las artes plásticas en el país y se invita a los visitantes a reflexionar sobre cómo la academia continúa influenciando las prácticas artísticas y pedagógicas contemporáneas.

Esta exposición será una gran oportunidad para que el público vuelva a ver notables piezas de la colección de arte que alberga el Museo Nacional, y para que conozca dibujos, bocetos, grabados y pinturas que pocas veces han estado en exhibición.

Del costumbrismo a la academia: hacia la creación de la Escuela Nacional de Bellas Artes es una realidad gracias a la alianza con Ecopetrol, al patrocinio del Banco Itaú BBA, así como al apoyo de la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Colombia.

 

La exposición

La pintura antes de la creación de la Escuela

El recorrido de la exposición comienza con La pintura antes de la creación de la Escuela. En esta primera sección se presentan miniaturas y escenas costumbristas de artistas como Luis García Hevia, Ramón Torres Méndez y José Manuel Groot. Además, se abordan temas como los orígenes del sistema académico en el país y la especialización en la práctica artística en Colombia.

El dibujo y sus ámbitos

En esta sección se presentan distintos usos del dibujo, en los que este oficio se entiende como una forma de conocimiento. La selección incluye obras que van desde la representación de las costumbres con trabajos de Torres Méndez, hasta la ilustración científica con obras de Alexander von Humboldt y Agustín Codazzi, y la documentación de los dibujos de antiguos pobladores americanos que se encuentra en los cuadernos de Liborio Zerda. Así mismo, se destaca la importancia del grabado en la prensa, el mundo editorial y la propaganda.

Fundación de la Escuela de Bellas Artes

Los visitantes podrán conocer algunas influencias directas que llegaron del exterior, como es el caso de la obra de Felipe Santiago Gutiérrez, reconocido pintor mexicano, quien en desarrollo de su labor como fundador y  docente de la Escuela Gutiérrez (institución que precedió a la Escuela Nacional de Bellas Artes) introdujo en Bogotá algunos principios de la práctica académica.

En este grupo de obras se presentan algunas características de la creación de la Escuela y se da cuenta de la adopción del canon academicista en Colombia con el uso de fotografías, modelos, retículas y la copia como ejercicio visual y método de aprendizaje. En esta selección se destacan obras de Epifanio Garay y Ricardo Acevedo Bernal.

La flexibilidad del canon academicista

Las piezas de este grupo revelan sustanciales variaciones del estricto canon academicista. Obras como El lavadero sobre el Sena, de Andrés de Santa María, o los paisajes de Luis de Llanos o Ricardo Borrero Álvarez demuestran que si bien el aprendizaje en la Escuela era seguramente muy estricto, el lenguaje de los artistas podía ser más diverso de lo que normalmente se supone desde que se respetaran los principios generales.  

 

La pintura de historia

En contraste con la sección anterior, en La pintura de historia se presentan algunos retratos de presidentes y dignatarios; obras de Ricardo Moros Urbina y Eugenio Zerda, entre otros reconocidos artistas, permiten apreciar que era en los temas históricos donde el canon academicista se expresaba con mayor rigidez.

La cotidianidad de la Escuela

Para terminar, los visitantes podrán conocer curiosos objetos, documentos y fotografías que dan cuenta de aspectos cotidianos de la Escuela de Bellas Artes.​​

43100 ​[Sala de Exposiciones Temporales Gas Natural Fenosa] Exposición temporal. Primer piso0Miguel Huertas5/04/201415/02/2015
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25Técnica y materiales de la miniaturaEsta exposición tiene como objetivo responder a la pregunta ¿cómo se hace una miniatura?, a través de piezas de la colección y una serie de materiales y herramientas

Esta exposición tiene como objetivo responder a la pregunta ¿cómo se hace una miniatura?, a través de piezas de la colección y una serie de materiales y herramientas en la elaboración de miniaturas.

 

Si bien la técnica que se propagó en Colombia fue la acuarela sobre marfil, esto no impidió que los artistas apelaran a otros soportes y medios, pues cada artista desarrolló su propia manera de pintar. En la muestra se pueden observar miniaturas realizadas con óleo sobre latón y vidrio, al igual  que acuarela y tinta china sobre papel, cartón y marfil. Dada la difícil consecución de este último, algunos miniaturistas utilizaron también materiales sintéticos que asemejaban sus propiedades de transparencia.

 

Adicionalmente, algunos investigadores plantean que la técnica de la miniatura tiene lugar entre las bellas artes y las artes decorativas, pues aunque se trata de un retrato, muchas veces la totalidad de la obra está compuesta por un marco, estuches, vidrios especiales, trozos de cabello y ropa, entre otros materiales.

43100Gabinete de miniaturasÁngela Gómez5/02/201520/04/2016
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25De lo que sin metáfora nos ha caído del cieloEl Museo Nacional de Colombia abre al público la intervención De lo que sin metáfora nos ha caído del cielo, de la artista María Elvira Escallón.

Intervención artística

De lo que sin metáfora nos ha caído del cielo

Beca Nacional de Creación Individual del Ministerio de Cultura

Del 2 de diciembre de 2014 al 15​​​ de febrero de 2015

 

El Museo Nacional de Colombia abre al público la intervención De lo que sin metáfora nos ha caído del cielo, de la artista María Elvira Escallón. En la muestra se presenta el Pequeño Museo del Aerolito de Santa Rosa de Viterbo, proyecto ganador de la Beca Nacional de Creación Individual del Ministerio de Cultura.

María Elvira Escallón ha trabajado en los últimos dos años para dar forma al Pequeño Museo del Aerolito de Santa Rosa de Viterbo. Esta colección se compone de documentos, una colección de dibujos en los que se plasman escenas de la historia del aerolito –elaborados con la ayuda del dibujante Juan Peláez– y una selección de réplicas, con los que se busca reconstruir, pieza por pieza, los fragmentos dispersos de este cuerpo celeste para trazar su forma original.

El aerolito de Santa Rosa de Viterbo cayó el Viernes Santo de 1810 y al otro día una niña lo encontró en cercanías del pueblo. Durante los años siguientes sirvió como yunque en la herrería del pueblo, hasta que en 1823 dos célebres naturalistas de la época lo hallaron, lo reconocieron como un aerolito metálico y lo compraron como la primera pieza para el Museo Nacional de Colombia. Sin embargo, debido a su enorme peso no pudieron transportarlo a Bogotá y tuvieron que dejarlo en el pueblo.

A partir del reconocimiento por parte de estos científicos, el aerolito cobró una  importancia especial para los habitantes de Santa Rosa. El pueblo mandó hacer una columna de piedra y situó orgullosamente el aerolito en la plaza central. Allí estuvo hasta 1906 cuando Henry Ward, un coleccionista de meteoros norteamericano y proveedor de piezas para museos, llegó al país con el firme propósito de encontrarlo y “salvarlo para la ciencia”. Al ver el aerolito en su pedestal, Ward trazó un plan para obtenerlo: le propuso al gobernador un canje…

En esta selección de piezas del Pequeño Museo del Aerolito se da cuenta de momentos claves de una singular cadena de eventos que ocurrieron a partir de la llegada de Ward y su encuentro con las autoridades colombianas. La muestra se compone de una instalación central y varias piezas, en las que la artista presenta la historia como una suerte de tragicomedia en la cual se despliegan situaciones, personajes  y actitudes que repercuten en  hechos de nuestra historia reciente.

Este proyecto es una realidad gracias a la Beca de Creación Individual del Ministerio de Cultura y al apoyo de la Cancillería.​

43100Rotonda del primer piso0María Elvira Escallón2/12/201415/02/2015
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26Retrato en miniaturaSelección de 25 miniaturas de la colección del Museo Nacional y la Fundación Enrique Grau, que busca un acercamiento al desarrollo del retrato y su auge en la miniatura.​

[Gabinete de Miniaturas]

Retrato en miniatura
Exposición temporal. Segundo piso

Del 10 de septiembre de 2014 al 31 de enero de 2015
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Selección de 25 miniaturas de la colección del Museo Nacional y la Fundación Enrique Grau, que busca un acercamiento al desarrollo del retrato y su auge en la miniatura.

El nacimiento del retrato, como un género pictórico, se puede encontrar en el Renacimiento, como resultado del pensamiento humanista. En el  Nuevo Mundo, los retratos de reyes fueron célebres fueron de especial importancia porque cumplían la función política de hacer presencia de la realeza en las colonias americanas. No obstante, durante la colonia primó la pintura religiosa.

Durante los últimos años de la Colonia, aparecen los retratos de virreyes, ejecutados en buena  parte por Joaquín Gutiérrez. El modelo compositivo para la realización de este tipo de retrato consistía en presentar al personaje de cuerpo entero o medio cuerpo, de frente o tres cuartos, con  una cortina atrás y una mesa con elementos que lo ligaran con una actividad específica.  Los retratos de las mujeres eran más elaborados en cuanto a la riqueza de texturas, a sus atuendos  y accesorios. A partir de la Independencia, el modelo no varió sustancialmente. 

Fue la práctica de la miniatura la que le dio gran auge al género durante el siglo XIX. La técnica fue introducida al país a fines del siglo XVIII gracias a la Expedición Botánica, pues se utilizó en el dibujo de las plantas. En la Oficina de Pintores de la Expedición se formaron los artistas que luego, al terminar la empresa, se ganarían su sustento con encargos. Los grandes retratistas del siglo XIX fueron también los grandes miniaturistas: José María Espinosa, Ramón Torres Méndez, Luis García Hevia, Fermín Isaza, Manuel Doroteo Carvajal, Jaime Joaquín Santibáñez y José Gabriel Tatis.​

43100Gabinete de MiniaturasExposición temporal. Segundo pisoÁngela Gómez10/09/201431/01/2015
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25El Liquiliqui de GaboA partir de diciembre los visitantes del Museo Nacional de Colombia podrán apreciar el Liqui-liqui que vistió Gabriel García Márquez para recibir el Premio Nobel de literatura de 1982​

El Liquiliqui de Gabo en el Museo Nacional de Colombia

 

 

A partir de diciembre los visitantes del Museo Nacional de Colombia podrán apreciar el Liqui-liqui que vistió Gabriel García Márquez para recibir el Premio Nobel de literatura de 1982.

 

El traje fue donado al Museo Nacional por Gabriel García Márquez y su esposa Mercedes Barcha en 2003 y se expuso por primera vez en el Museo entre 2005 y 2006 para la exposición temporal Caribe espléndido Música, arte y letras de una región. En abril y mayo de 2014 se presentó al público en el Instituto Caro y Cuervo con motivo del fallecimiento del reconocido escritor.

 

En esta oportunidad, el Liqui-liqui se exhibe junto con un retrato de Simón Bolívar realizado por un artista italiano Antonio Meucci, y un fragmento de la novela El general en su laberinto, en el cual el nobel menciona el encuentro de este pintor con el Libertador.  Adicionalmente, el Museo presenta el video Gabo, premio nobel de literatura, gracias al cual los visitantes podrán revivir el histórico momento en el que el escritor de Aracataca recibió el máximo galardón de las letras y en el cual, a pesar del estricto protocolo de la ceremonia, el colombiano decidió no vestir el tradicional frac, sino una prenda oriunda de los Llanos Orientales.

 

El Liqui-liqui estará en la sala Modernidades durante tres meses, el máximo tiempo que un textil puede ser exhibido sin poner en riesgo su preservación para las generaciones futuras[1]. Así, el Museo cumple con su compromiso de divulgar el patrimonio y garantizar su conservación para la educación y el disfrute de los colombianos.

 
 

[1] Las fibras textiles son altamente susceptibles a las condiciones medioambientales, exhibirlas por un tiempo mayor significaría un detrimento patrimonial. Cabe mencionar que aspectos como la iluminación, la humedad relativa y la temperatura son nocivos para piezas de carácter orgánico como textiles, fotografías, obras gráficas, entre otros, en ese orden de ideas, es de vital importancia restringir el periodo de exhibición.​

43100Museo NacionalNN0NN2/12/201422/03/2015
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24Francisco Antonio Cano: la mano luminosaFrancisco Antonio Cano: la mano luminosa rinde homenaje a uno de los académicos más importantes del país, impulsor de la enseñanza de las artes plásticas, reconocido retratista y precursor del género del paisaje en Antioquia.​​

Francisco Antonio Cano: la mano luminosa

4 de septiembre al 26 de octubre de 2014

 

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Más de ochenta obras del maestro antioqueño Francisco Antonio Cano se exhibirán en el Museo Nacional de Colombia a partir del 4 de septiembre de 2014. Gracias al apoyo del Museo de Antioquia, se presentará por primera vez en Bogotá una exposición monográfica de este artista, con piezas de las colecciones de los dos museos.

Francisco Antonio Cano: la mano luminosa rinde homenaje a uno de los académicos más importantes del país, impulsor de la enseñanza de las artes plásticas, reconocido retratista y precursor del género del paisaje en Antioquia.

En la exposición se ofrece un panorama de la diversidad temática, técnica y estilística desarrollada por Cano, en un recorrido cronológico que evidencia su transformación de artesano autodidacta de origen rural a artista académico independiente.

La muestra se divide en cuatro secciones. En la primera se recogen algunos de sus trabajos iniciales efectuados en el municipio de Yarumal (Antioquia), su lugar de origen. En un segundo grupo se presentan las obras realizadas durante su estadía en Medellín y París. En la capital antioqueña, Cano estudió y dictó clases de pintura y se dedicó principalmente al retrato. Entre las obras de sus años en París, se destacan los dibujos de desnudos y copias de pintores franceses de la Belle Époque. En el tercer conjunto se exhibe la obra que hizo a su regreso a Medellín, donde se convirtió en pintor y escultor por encargo; sobresalen los dibujos de paisajes y un ejemplar de la publicación periódica Lectura y Arte, para la cual Cano aportó ilustraciones litográficas y comentarios sobre arte. La cuarta sección está dedicada a sus últimos años en Bogotá, donde continuó con su trabajo creativo en pinturas históricas y esculturas hechas por encargo. En este periodo realizó distintas obras de tono costumbrista y académico, del que en algunas ocasiones se apartó para pintar lo que le dictaba su inspiración.

Los visitantes a la exposición tendrán la oportunidad de apreciar reconocidas obras del artista, tales como HorizontesLa costurera, y los retratos de Carolina Cárdenas, al igual que piezas singulares del trabajo de Cano, como La niña de las rosas y los estudios para El Cristo del Perdón.

Francisco Antonio Cano: la mano luminosa es una iniciativa del Ministerio de Cultura, el Museo Nacional de Colombia y el Museo de Antioquia. La exposición es una realidad gracias al patrocinio del Banco Itaú BBA y al apoyo de la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Colombia. La sala de exposiciones es patrocinada por Gas Natural Fenosa.

 

Francisco Antonio Cano  (Yarumal, 1865 - Bogotá, 1935)
(A partir de los textos de Santiago Londoño, curador de la muestra)

Francisco Antonio Cano nació en Yarumal (Antioquia), en 1865. Allí aprendió de su padre, el hábil artesano José María Cano, distintos trabajos manuales. En 1883 se vinculó a un grupo de jóvenes que buscaba promover la cultura en Yarumal y publicó un periódico manuscrito, en tres ejemplares, para el cual Cano contribuyó con dibujos y viñetas que hoy se cuentan entre sus obras más tempranas.

Durante los años siguientes, ya radicado en Medellín, Cano subsistió como retratista, dictó clases de pintura y dibujo y desarrolló intereses como fotógrafo, grabador, ilustrador y editor. En 1892 promovió la celebración de la primera exposición de arte que se llevó a cabo en la ciudad de Medellín. Participó en la creación de las dos primeras revistas ilustradas que tuvo Antioquia: El Repertorio (1896-1897) y El Montañés (1897-1899), para las cuales produjo grabados en diferentes técnicas, así como artículos y comentarios sobre arte.

En 1898, gracias a una beca del Congreso de la República, viajó a estudiar a París, en las academias Julian y Colarossi. En Europa tuvo contacto con las vanguardias de principios del siglo XX, pero como lo expresa en algunas de sus cartas, éstas no le llamaron la atención.

De regreso a Medellín, a comienzos de 1901, Cano tenía la esperanza de ejercer su profesión de pintor y transmitir sus conocimientos. Luego de muchos esfuerzos, consiguió que se creara en 1910 el Instituto de Bellas Artes, donde además de enseñar pintura, dibujo y escultura, formó a toda una generación de artistas antioqueños que prolongaron sus enseñanzas.

En 1912 se trasladó a Bogotá para asumir la dirección de la Litografía Nacional, entidad desde la que consiguió insertarse paulatinamente en los medios artístico y académico bogotanos.

Al tiempo que consolidó su prestigio como académico y creador, los nuevos artistas y escritores colombianos, de quienes Cano recibió fuertes críticas, empezaron a interesarse por un arte nacionalista y de corte antiacadémico.

En 1923 lo nombraron rector de la Escuela de Bellas Artes de Bogotá, cargo que desempeñó hasta 1927, cuando renunció, agobiado por los conflictos internos. En 1930 lo eligieron miembro de la Academia Colombiana de Bellas Artes, que buscaba promover y proteger el patrimonio artístico de Colombia.

Durante sus últimos años, produjo varias esculturas y pinturas conmemorativas de personajes nacionales y regionales; además de los encargos continuó elaborando una interpretación más íntima del paisaje, en la que aprovechó las lecciones de libertad en el color, la composición y la pincelada del impresionismo, alejándose de las convenciones académicas que siempre defendió.

Así mismo, Cano experimentó las fricciones ocasionadas por el ascenso del arte nacionalista, al tiempo que como dibujante, pintor y escultor infundió en sus alumnos valores académicos y atendió múltiples encargos que alimentaron el imaginario patriótico e institucional.  

En su testamento señaló que moría fuera de toda religión y dispuso que lo enterraran bajo tierra, sin ninguna identificación. Pobre, marginado como académico y casi olvidado, Francisco Antonio Cano falleció en Bogotá a los 69 años, el 10 de mayo de 1935.

 

Santiago Londoño Vélez, curador invitado

Santiago Londoño Vélez nació en 1955 en la ciudad de Medellín (Colombia). Es administrador de la Universidad Eafit, con especialización en la Universidad de Texas; además, es investigador, curador, artista y crítico de arte.

Es autor, entre otros libros, de Historia de la pintura y el grabado en Antioquia (1996); Débora Arango, vida de pintora (1997); Arte colombiano, 3.500 años de historia (2001); La mano luminosa. Vida y obra de Francisco Antonio Cano (2002); Botero, la invención de una estética(2003); Breve historia de la pintura en Colombia (2005); Débora Arango. Cuaderno de Notas(2007); Testigo ocular. La fotografía en Antioquia, 1848-1950 (2009); Aníbal Gil (2009); Pintura en América Hispana (tres tomos, 2012), y Botero, ochenta años (2013). Artículos y ensayos suyos han aparecido en revistas, catálogos de exposiciones y en distintos volúmenes colectivos.​ 

43100Museo Nacional de Colombia, Sala de exposiciónes temporalesSala de exposiciónes temporalesSantiago Londoño Vélez4/09/201424/10/2014
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24En memoria de Rafael PuyanaEl Museo Nacional de Colombia presenta la exposición En memoria de Rafael Puyana.​

Exposición temporal

En memoria de Rafael Puyana

Del 13 de mayo de 2014 al 1 de marzo ​​​​de 2015

Entrada libre

 

El Museo Nacional de Colombia presenta la exposición En memoria de Rafael Puyana. Con este homenaje, el Museo dará a conocer los objetos que ingresaron recientemente a su colección, en cumplimiento de la voluntad del famoso clavicembalista Rafael Puyana Michelsen (Bogotá, 1931-París, 2013). La muestra se exhibirá en la Sala de Adquisiciones Recientes y en la Sala Nuevo Reino de Granada.

 

Los visitantes podrán apreciar tres instrumentos musicales pertenecientes a la colección del célebre músico: un clavecín o clavicémbalo de doble manual, de estilo francés con influencia flamenca, fabricado por el lutier Milan Misina en 1993, según un original francés construido por Pascal Taskin en el siglo XVIII; un virginal muselar de modelo flamenco, elaborado por el lutier Willard Martin en 1993, como una réplica fidedigna del original hecho por Ioannes Couchet en 1650. Además, se exhibirá un clavicordio, instrumento de mecanismo sencillo considerado el antecesor del piano moderno, datado a principios del siglo XIX y fabricado en la región central colombiana. 

 

La donación incluye también la obra Dos paneles de un tríptico, que consiste en dos retablos de estilo flamenco atribuidos al taller del pintor italiano Ambrosius Benson (Lombardía, 1495-Brujas, 1550), que presumiblemente constituyeron las puertas laterales que acompañaban una pintura central de tipo religioso.

 

Como parte del homenaje, el Museo organizó un concierto de música barroca a cargo de la agrupación Affetti Musicali, integrada por el violinista Sergio Vanegas y el clavecinista Andrés Martínez. El programa incluye obras de J. F. Rebel, É. Jacquet de la Guerre, A. Veracini, G. A. Pandolfi Mealli y G. F. Händel, y se concibió específicamente para el tipo de clavecín donado por Rafael Puyana al Museo Nacional de Colombia, ilustrando de manera simultánea una variedad de estilos barrocos europeos y los propios intereses musicológicos del maestro. El concierto se realizará el miércoles 14 de mayo a las 12:30 p.m. La entrada es gratuita.

43100Museo Nacional de ColombiaSala de Adquisiciones Recientes y en la Sala Nuevo Reino de Granada0María Mercedes Herrera13/05/20141/02/2015
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24Roda, su poesía visualRoda, su poesía visual. El homenaje nacional, que se presentará entre el 11 de abril y el 3 de agosto de 2014, pondrá a disposición del público una selección de 57 obras del artista colombo-español.​

Exposición temporal

Roda, su poesía visual

Del 11 de abril al 3 de agosto de 2014 

Sala de exposiciones temporales Gas Natural Fenosa

Entrada libre

El Museo Nacional de Colombia -Ministerio de Cultura- presenta la exposición temporal Roda, su poesía visual. El homenaje nacional, que se presentará entre el 11 de abril y el 3 de agosto de 2014, pondrá a disposición del público una selección de 57 obras del artista colombo-español, reconocido como uno de los principales representantes del arte moderno en Colombia.

 

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43100Museo Nacional de ColombiaSala de exposiciónes temporales0María Margarita Malagón11/04/20143/08/2014
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24Héroes familiares. Miniatura e iconografía en el siglo XIXDurante el siglo XIX, el Estado encargó la elaboración de retratos de los personajes que habían triunfado en batallas, como símbolo de patriotismo y heroísmo que la población debía emular.​ ​

Gabinete de miniaturas

Del 1° de abril a 31 de agosto de 2014

 

Durante el siglo XIX, el Estado encargó la elaboración de retratos de los personajes que habían triunfado en batallas, como símbolo de patriotismo y heroísmo que la población debía emular. Durante los primeros años de vida de la naciente república se utilizó también la técnica de la miniatura en este proyecto de creación de iconografía heroica, con el fin de difundir la imagen de los partícipes de las luchas de independencia; sin embargo, la miniatura no fue un género reservado para la iconografía de héroes. Gracias a estas piezas se conoce también cómo eran los familiares de los artistas que les sirvieron de modelos para sus obras.

 

Los miniaturistas hicieron obras en las que se extienden unos lazos más profundos de amistad y de filiación familiar preocuparon además por guardar un registro de las personas más allegadas. En otras ocasiones se mezclaron las dos intenciones, puesto que algunos de los miniaturistas participaron en las confrontaciones de las guerras de independencia. Es el caso de José María Espinosa, quien ingresó al Batallón de Guardias Nacionales en 1811. Intervino en la confrontación civil que estalló en 1812, cuando se disputaba el sistema político que debía adoptar la nación: federalismo o centralismo. En 1813 se unió a la campaña de Antonio Nariño, que buscaba enfrentar las tropas españolas que amenazaban el sur del país. Allí conoció a otros compañeros que luego dibujó y plasmó al óleo. Creó una iconografía de los participantes en las guerras de Independencia, pero al ser él un partícipe de estos procesos, necesariamente intervinieron lazos más complejos. De los padres de Espinosa se conservan dibujos y miniaturas. En la colección del Museo Nacional se pueden encontrar representaciones de su primera esposa, María Sandino Borda, así como de su segunda esposa, Bárbara Sanmiguel; de sus primas las Torrijos Ricaurte y Juliana Torres – también miniaturista–, y de su primo Antonio Ricaurte.

 

Un caso similar lo presenta Pío Domínguez, quien participó también en las luchas de independencia y, al igual que Espinosa, batalló al lado de Antonio Nariño. Algunos de sus retratados estuvieron vinculados a esta causa, como José María Arrubla. Domínguez había estudiado en el Colegio de San Bartolomé, donde pudo conocer a algunos de los retratados, como Juan de Dios Aranzazu. Este artista impulsó igualmente la iconografía de los mártires de la Independencia, por medio de los retratos de aquellos a los que fusilaron en la Reconquista.  El miniaturista Lucas Torrijos retrató a su padre y hermanas, Ramón Torres Méndez retrató a su esposa, familiares y allegados, en tanto que Manuel Doroteo Carvajal dibujó a su familia. Estos ejemplos nos permiten ver el estrecho círculo de relaciones familiares y de amistad en que se movían los miniaturistas del siglo XIX, al igual que su interés por conservar las imágenes de sus seres queridos.​​​

43100Museo NacionalNN0NN1/04/201431/07/2014
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24El silencio de los ídolosDesde hace mucho tiempo, miles de personas han quedado maravilladas con San Agustín, un municipio en el sur del Huila donde antiguos pobladores tallaron enormes figuras de piedra con rasgos humanos y animales hace cientos de años.

29 de noviembre de 2013 – 02 de marzo de 2014 
Museo Nacional de Colombia
Sala de Exposiciones Temporales Gas Natural Fenosa

 

Desde hace mucho tiempo, miles de personas han quedado maravilladas con San Agustín, un municipio en el sur del Huila donde antiguos pobladores tallaron enormes figuras de piedra con rasgos humanos y animales hace cientos de años. En 1913, el célebre etnólogo alemán Konrad Theodor Preuss llegó a este lugar y realizó las primeras investigaciones científicas.

Para conmemorar el centenario de estas expediciones, el Gobierno nacional declaró el 2013 "Año de la cultura agustiniana", y por intermedio del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), entidad que lidera las actividades que se llevarán a cabo con motivo de la celebración, planeó un homenaje junto con el Museo Nacional de Colombia, que estará abierto al público entre el 29 de noviembre de 2013 y el 28 de febrero de 2014.

El silencio de los ídolos busca promover el legado de la cultura agustiniana con sus yacimientos prehispánicos megalíticos, declarados por la legislación colombiana patrimonio arqueológico nacional y por la Unesco herencia cultural de la humanidad (1995).

El silencio de los ídolos, una iniciativa del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh), en asocio con el Museo Nacional de Colombia-Ministerio de Cultura, se presenta en Bogotá gracias a la alianza con Ecopetrol y el Fondo de Embajadores de Estados Unidos, el patrocinio del Banco Itaú BBA Colombia S.A., así como el apoyo del Diario del Huila y la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Colombia. La sala de exposiciones temporales es patrocinada por Gas Natural Fenosa.

43100Museo NacionalSala de Exposiciones Temporales Gas Natural Fenosa0NN29/11/20132/03/2014
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25Mesa de Jugadores de NaipeLa muestra recibe su nombre de la obra Mesa de jugadores de naipe, de José Manuel Groot, donada al Museo Nacional de Colombia y recientemente restaurada para asegurar su preservación.​

¿Puede un juego de azar hablar sobre las costumbres del país? El Museo Nacional de Colombia - Ministerio de Cultura invita al público a la exposición temporal Mesa de jugadores de naipe. Groot y las representaciones de pueblo, que se exhibe en la Sala de Adquisiciones Recientes.

La muestra recibe su nombre de la obra Mesa de jugadores de naipe, de José Manuel Groot, donada al Museo Nacional de Colombia y recientemente restaurada para asegurar su preservación. En ella se representa una partida de cartas, actividad que Groot destacó como uno de los pasatiempos del pueblo a mediados del siglo XIX. Los gestos de los jugadores, la calidad de sus ruanas, los cuños de maíz, la mesa de juego y la decoración del espacio crean un instante rico en detalles, que evidencian la maestría adquirida por el artista neogranadino a sus 63 años de edad y su intención de construir imaginarios del pueblo.

La exposición, conformada por 22 piezas, revela por qué José Manuel Groot fue reconocido como pintor de cuadros de costumbres, además de haberse desempeñado como periodista, educador y polemista religioso. En sus obras sobresalen la serenidad del paisaje y la tranquilidad de la vida en el campo, al tiempo que se describen la comercialización de productos en las plazas de mercado de la época, los espacios de socialización y las manifestaciones religiosas. Sin embargo, pese a exponer la cotidianidad de la gente, Groot destacó la desmesura, la ebriedad y la enfermedad de las clases que no pertenecían a las élites bogotanas, respondiendo a un sistema de valores que tenía los ojos puestos en Europa. 

La entrada es gratuita durante 2014.

 

Acerca de José Manuel Groot

José Manuel Groot (Bogotá, 1800-1878). De tendencia conservadora, presenció cambios en el orden político que lo llevaron a experimentar fuertes contradicciones: por una parte, un anhelo de preservar hábitos y tradiciones relacionados con la vida en el campo; por otra, defender el ideal de la libertad humana y el progreso.

Por ello, aun cuando pertenecía a la burguesía ilustrada de la época, mostró un especial interés en la construcción de imaginarios del pueblo, este último un concepto abstracto de moda en la joven república, al cual se atribuía el deber de conducir los destinos de la nación, al tiempo que se le tildaba de ser la muestra palpable de la brutalidad y el salvajismo.

Groot fue reconocido por su humor crítico –entre sus seudónimos se cuentan Agustín Jubiletas, el Pobre Cieguito, Tragacandela y Fray Niporesas–, y aunque se dedicó a géneros menores como la pintura anecdótica y la acuarela de carácter documental, sus obras fueron muy apreciadas por sus contemporáneos, hasta el punto de que viajaron por el mundo de la mano de diplomáticos y hombres de negocios europeos –tales como Auguste Le Moyne y Joseph Brown–, y formaron parte de escritos y crónicas de viajes y aventuras por el territorio de la actual Colombia. Así mismo, su obra influenció a pintores locales, como Ramón Torres Méndez, y a aquellos que realizaron las láminas de la Comisión Corográfica.​

43100Museo NacionalSala de Adquisiciones Recientes0María Mercedes Herrera Buitrago1/10/201320/04/2014
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25Moda y libertadLa exposición muestra que la moda en la Nueva Granada no sólo era cuestión de gusto, sino una manifestación de pensamiento.
[Gabinete de Miniaturas]
Moda y libertad
Desde 17 de septiembre de 20013 hasta el 2 de febrero de 2014
Exposición temporal. Segundo piso

 

El Museo Nacional de Colombia - Ministerio de Cultura presenta una exposición en la que se evidencia que la moda en la Nueva Granada no sólo era cuestión de gusto, sino una manifestación pública de un modo de pensar: Moda y libertad, una serie de 28 piezas que se exhiben en el Gabinete de Miniaturas.

Aunque el movimiento ilustrado tuvo una vida corta en la Nueva Granada, los imaginarios de progreso y felicidad, en su lucha contra el absolutismo y la nobleza, influyeron en la forma de vestir de los neogranadinos: se omitieron los adornos suntuosos en los trajes y se impusieron prendas más sencillas y prácticas del neoclasicismo.

Los vestidos, durante las batallas independentistas, señalaban la asociación política: los hombres que apoyaban al régimen español se negaban al cambio y continuaron llevando el cabello empolvado, pantalones cortos y zapatos de juglar con tacón alto, mientras que los opositores se cortaron la coleta, usaron pantalón largo y botas altas. La reacción femenina fue abandonar el corsé, el miriñaque y los polvos, y comenzar a vestir trajes estilo imperio, con telas muy livianas y transparentes. Después de la Independencia aparece el movimiento romántico, que impone las faldas amplias en forma de triángulo y las mangas estilo globo.

Sin embargo, no todos podían acceder a esta indumentaria; a causa de la inestabilidad económica del momento, las vestimentas se tornaron desiguales y eclécticas, lo que produjo que la moda criolla se mantuviera al margen de las tendencias europeas hasta mediados del siglo.

Mediante miniaturas con imágenes de Francisco de MirandaPolicarpa SalavarrietaAntonio Villavicencio y Pedro Gual Escandón, entre otros, en Moda y libertad se muestra cómo la magnificencia que había revestido a las prendas usadas antes de 1789 había caído en descrédito por los idearios de libertad y emancipación.

43100Gabinete de Miniaturas0 Ángela Gómez17/09/20132/02/2014
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24Inicio de la fotografía en Colombia. 1841Esta exposición es un recorrido por las diferentes técnicas que dieron inicio a la fotografía en Colombia y sus diversas aplicaciones durante la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX.​

[Gabinete de Dibujo y Artes Gráficas]
Inicio de la fotografía en Colombia. 1841
Exposición temporal. Segundo piso
Del 15 de agosto de 2013 al 12 de enero de 2014

La fotografía llego rápidamente a Colombia después de su descubrimiento en 1839. Los primeros materiales que se utilizaron fueron placas metálicas y vidrios (daguerrotipos y ambrotipos), que requerían largas exposiciones. Para entonces se elaboraban, especialmente, retratos.  Luego, cuando se introdujo comercialmente el papel para copias a base de emulsión de albúmina y gelatina, se comenzaron a hacer paisajes y a registrar acontecimientos de la vida diaria. Al finalizar el  siglo XIX y comienzos del siglo XX, la fotografía sirvió como apoyo para el grabado, el dibujo o la pintura, lo cual se evidencia en varias imágenes que se encuentran tanto en formato fotográfico como en otras técnicas. Cerca de 1923, cuando las cámaras eran asequibles al público, inició el auge de la fotografía comercial, la fotografía documental, la fotografía artística y la reportería gráfica, las cuales sirvieron para mostrar la cambiante fisionomía del país, los acontecimientos políticos y las guerras, entre otros sucesos. 

Inicio de la fotografía en Colombia. 1841 está compuesta por 50 piezas, entre las que se encuentran retratos de Alberto Urdaneta, Julio Arboleda y Francisco Javier Zaldúa; e imágenes de la Plaza de Bolívar en 1856, la celebración del Centenario de la Independencia en Bogotá en 1910 y del incendio de las Galerías de Arrubla en 1900. En la exposición, los visitantes podrán ver imágenes fotográficas  como daguerrotipos, ambrotipos, calotipos, ferrotipos, fotografías estereoscópicas, placas de colodión húmedo y negativos de gelatina.  

La muestra se encuentra en el Gabinete de Dibujo y Artes Gráficas, ubicado en la Sala Federalismo y Centralismo (1830-1886), segundo piso del Museo Nacional de Colombia.

43100Museo NacionalGabinete de Dibujo y Artes Gráficas0Ángela Gómez15/09/201312/01/2014
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25Dioses, mitos y religión de la antigua GreciaUna selección de 94 piezas originales de la colección del Museo del Louvre que ofrecen una visión coherente de la vida religiosa en la Grecia antigua y dan cuenta del rico re

[Sala de Exposiciones Temporales Gas Natural Fenosa]
Dioses, mitos y religión de la antigua Grecia. 
Colección de cerámica del Museo del Louvre 

Exposición temporal. Primer piso
Del 11 de julio al 13 de octubre de 2013

 

Conozca el minisitio de la exposición

Ver a micrositio

 

El Museo Nacional de Colombia, con motivo de la celebración de sus 190 años, presentará por primera vez en el país una exposición con piezas originales de la colección del Museo del Louvre. 

 

En la exposición Dioses, mitos y religión de la antigua Grecia. Colección de cerámica del Museo del Louvre, se pondrá a disposición de los visitantes una selección de 94 piezas que ofrecen una visión coherente de la vida religiosa en la Grecia antigua y dan cuenta del rico repertorio de formas de las cerámicas, así como de la variedad de las técnicas pictóricas utilizadas.

 

La muestra está organizada en tres grandes secciones: El panteón griego, La religión en la ciudad, y La religión y la esfera privada

 

Una labor de titanes

 

Dioses, mitos y religión de la antigua Grecia. Colección de cerámica del Museo del Louvre fue curada en Francia exclusivamente para el Museo Nacional, como respuesta a una solicitud que la institución colombiana presentó al Museo del Louvre. “Uno de los propósitos del Museo Nacional de Colombia en las últimas dos décadas ha sido desarrollar un programa de exposiciones temporales sobre las grandes civilizaciones y los grandes hitos culturales en la historia de la humanidad. Con el propósito de abrir una ventana al mundo de la Grecia antigua a través de las más hermosas imágenes de sus mitos y de sus dioses, le propusimos a la Dirección de Antigüedades Griegas, Etruscas y Romanas del Museo la posibilidad de producir una exposición de piezas de cerámica que les permitiera a los colombianos entrar en contacto con el vasto universo de las imágenes de la mitología clásica”, afirma María Victoria de Robayo, Directora del Museo Nacional de Colombia. 

 

En 2007, con la exposición temporal Sentir para ver: la galería táctil del Museo del Louvre en Bogotá, el Museo Nacional de Colombia había presentado una muestra de la institución francesa, en la que se exhibía una selección de réplicas diseñadas para público en situación de discapacidad. Gracias a los positivos resultados de dicho proyecto, el Museo del Louvre accedió a enviar este año piezas originales de la colección Campana. 

 

El guion curatorial de la exhibición lo desarrolló un equipo interdisciplinario del Departamento de Antigüedades Griegas, Etruscas y Romanas del Louvre, compuesto por Anne Coulié, curadora; Alexandra Kardianou, ingeniera de estudio; Sophie Marmois, gestión de colecciones, y Sophie Padel-Imbaud, encargada de estudios documentales. 

 

El proyecto es organizado por el Ministerio de Cultura - Museo Nacional de Colombia y la Embajada de Francia, con la colaboración excepcional del Museo del Louvre. Al respecto, la Ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba manifiesta que “El Gobierno Nacional agradece al gobierno de Francia, la generosidad y la confianza que han permitido que el Museo del Louvre facilitara el préstamo de esta exposición, que reafirma los acuerdos de cooperación que, en materia cultural, se han consolidado entre los dos países durante los últimos años, con alcances cada vez más amplios”.  

 

La exposición es una realidad gracias al patrocinio del Banco Itaú BBA Colombia S.A., la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, Skandia, la Cámara de Comercio de Bogotá y El Espectador; a una alianza con Ecopetrol, y al apoyo de la Asociación de Amigos del Museo Nacional, Air France, Aviatur, Gyptec, Eucol, Lowe/SSP3, Publimilenio, Cerlalc y Cine Colombia. La sala de exposiciones temporales es patrocinada por Gas Natural Fenosa. Esta exposición está asegurada por La Previsora.

43100Museo Nacional de ColombiaSala de Exposición Temporal Gas Natural Fenosa. Bogotá (Colombia)0Anne Coulié, Alexandra Kardianou, Sophie Marmois y Sophie Padel-Imbaud.11/07/201313/09/2013
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24Leo Matiz, mirando el infinitoLa muestra incluye 128 fotografías en blanco y negro que revelan las diversas facetas y búsquedas estéticas del legendario fotógrafo colombiano, reconocido como el creador de memorables imágenes realistas, abstractas y vanguardist

[Sala de Exposiciones Temporales Gas Natural Fenosa]
Leo Matiz, mirando el infinito
Exposición temporal. Primer piso
Del 4 de abril al 19 de mayo de 2013

La muestra incluye 128 fotografías en blanco y negro que revelan las diversas facetas y búsquedas estéticas del legendario fotógrafo colombiano, reconocido como el creador de memorables imágenes realistas, abstractas y vanguardistas. Un homenaje a 81 años de vida errante y fecunda, que convirtieron a Leo Matiz en una de las personalidades más originales e innovadoras de la fotografía universal en el siglo XX.

Visite el minisitio de la exposiciónEn el marco del programa Homenajes Nacionales, el Museo Nacional - Ministerio de Cultura presenta la exposición temporal Leo Matiz, mirando el infinito. La muestra se compone de 128 imágenes que revelan la estética humanista y de vanguardia del reportero gráfico nacido en Aracataca (Magdalena), considerado uno de los fotógrafos más versátiles y singulares de la reconocida generación de fotorreporteros que renovaron la escena del arte fotográfico durante las primeras seis décadas del siglo pasado en Colombia, América Latina, Estados Unidos y Europa.

En la exposición, que permanecerá en el Museo entre el 4 de abril y el 19 de mayo, se desarrollan varios aspectos temáticos que abarcan fotografías de la cultura urbana, el agua, la tierra y el mundo rural, el arte y el entretenimiento, los retratos de celebridades del siglo XX, al igual que imágenes experimentales, vanguardistas y surrealistas que revelan las diversas búsquedas expresivas de Leo Matiz y su esfuerzo por transformar los códigos visuales establecidos, logrando inolvidables composiciones realistas y geométricas que escapan a nuestra mirada habitual sobre los seres y las cosas. 

Leo Matiz colaboró con varias publicaciones en Colombia como reportero gráfico. En 1940 partió hacia México, con el interés de vislumbrar un escenario más amplio para su vocación de fotógrafo, pintor y actor de cine; además, en la segunda mitad del siglo XX estuvo en el Medio Oriente y el continente americano haciendo profundos y sorprendentes trabajos para las revistas Así, Nosotros, Life, Reader’s Digest, Harper Magazine, Estampa, Momento, Look Norte, que lo convirtieron en uno de los reporteros gráficos más innovadores de su tiempo,  “cuando no era común que los fotógrafos de la región se interesaran por realizar su obra fuera de sus propias fronteras”, expresó Ernesto Peñaloza Méndez, curador de la muestra y profesor del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La versatilidad de Leo Matiz
La exposición, concebida por el Museo Nacional y la Fundación Leo Matiz como un amplio y versátil caleidoscopio sobre la obra fotográfica de Matiz, está conformada en su gran mayoría por ampliaciones originales hechas por el artista. Su hilo conductor busca mostrar la consolidación de los estilos y concepciones estéticas que dominaron el trabajo visual de Matiz, “a caballo entre la renovación del fotoperiodismo internacional y la tradición moderna, vinculada a las vanguardias artísticas”, según lo definió Ernesto Peñaloza.

La exhibición se tituló Leo Matiz, mirando el infinito, en alusión a una reflexión del fotógrafo, que se consideraba destinado a las tragedias. “Me he salvado de los huracanes, de los volcanes nacientes, de los ríos que se salen de su curso, de los atentados. Pero yo no puedo dormir. He venido a ver el infinito”, confesó alguna vez.

En el marco de la muestra se publicará un catálogo y el Ministerio de Cultura hará el lanzamiento del documental Leo Matiz, dirigido por Diego Samper y realizado con el apoyo de la Fundación Leo Matiz.

La exposición Leo Matiz, mirando el infinito es una realidad gracias al patrocinio de Ecopetrol y Banco Itaú BBA, así como al apoyo de la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Colombia y la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México.

43100Museo Nacional de ColombiaSala de Exposición Temporal Gas Natural Fenosa Bogotá (Colombia)0Ernesto Peñaloza4/04/20135/12/2013
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24Un plato para la república: de lo alegórico a lo cotidianoUna pieza de loza recientemente adquirida por el Museo sirve de preámbulo para narrar un período de la historia de Colombia. Una pieza de vajilla que es más que una vajilla, ya que representa los ideales y los valores de una repúb

[Sala de Adquisiciones Recientes]
Un plato para la república: de lo alegórico a lo cotidiano
Desde 15 de marzo hasta el 15 de septiembre de 2013
Exposición temporal. Segundo piso

 

El Museo Nacional de Colombia presenta en su Sala de Adquisiciones Recientes la exposición titulada Un plato para la república: De lo alegórico a lo cotidiano, entre el 12 de marzo y el 15 de septiembre de 2013. Una pieza de loza recientemente adquirida por el Museo sirve de preámbulo para narrar un período de la historia de Colombia. Retratos, libros, objetos y documentos legales y financieros relatan la manera como algunos ideales patrióticos, presentes al origen de la república conocida hoy como Gran-Colombia, son materializados simbólica y alegóricamente a través de objetos de uso cotidiano, conmemorativo y ceremonial.

 

Durante las Guerras de Independencia realizadas entre 1819 y 1824, se forjan por las armas las naciones de la América equinoccial. Los antiguos territorios de la capitanía de Venezuela, el Virreinato de Nueva Granada y la Audiencia de Quito constituyen  el nuevo país llamado Colombia (1819-1830), con los ahora departamentos de Venezuela, Cundinamarca y Quito. Esta nueva república soberana e independiente es formulada también, políticamente, por sus representantes reunidos en Congreso de 1819. Preceptos como libertad, grandeza, opulencia natural y prosperidad son proclamados por dicha república. Los esfuerzos de la nación, los sacrificios humanos y materiales propios de las generaciones protagónicas de ese periodo histórico dan testimonio de la convicción de tales preceptos. La gesta militar, la construcción política de nación, los mecanismos diplomáticos internacionales para garantizar la existencia de esa república de Colombia, se materializan hoy en objetos y documentos que hablan de lo oficial, de lo simbólico y de lo material.

 

Un plato para la república: De lo alegórico a lo cotidiano presenta una pieza de vajilla que es más que una vajilla, puesto que representa los ideales y los valores de una república en construcción. Es un objeto de uso cotidiano cuya concepción sigue un periplo histórico que inicia en las apartadas regiones de Angostura, se negocia en las altas casas financieras de Europa y se materializa en una fábrica industrial de Inglaterra. Vuelve a Colombia y pretende permear el fuero privado de los nuevos ciudadanos. Es un plato con carácter conmemorativo y utilitario con la efigie simbólica y alegórica de la República. Imagen que habrá de perpetuarse en otras piezas de carácter utilitario, dando lugar a una apropiación práctica de los ideales de la  nación. 

43100Museo Nacional de ColombiaÁngela Gómez, María Paola Rodríguez, Carlos Toro5/12/20139/12/2013
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