Los guerreros de terractota: un ejército inmortal

Los guerreros de terracota
En el año de 1974 fue descubierto en la ciudad Xi'an, ubicada al noroeste de la República Popular China, el ejército de los guerreros de terracota, una réplica en cerámica del ejército imperial con la ayuda del cual el emperador Qin Shihuang logró unificar China en el año 221 a.C.

Gracias a investigaciones arqueológicas e históricas se estableció que dicho ejército custodiaba desde hacía más de 2.000 años el mausoleo del primer emperador chino; que está conformado por más de 7.000 estatuas ubicadas a un kilómetro y medio de la tumba; dispuesto con la misma formación militar utilizada por el emperador: primero una infantería ligera, seguida por un cuerpo de lanceros con coraza y una facción de caballería, todos flanqueados por una legión de arqueros, arrodillados o de pie y, finalmente, en la retaguardia los comandantes del estado mayor, encargados de planear la batalla.

Cada guerrero fue elaborado en cerámica, a escala natural, utilizando un proceso de producción en serie con moldes para las distintas partes del cuerpo como brazos, manos, torsos y cabezas. No obstante, la cara de cada figura se trabajó de manera individual con el propósito de reproducir un modelo real. Todas las partes fueron unidas, cocidas y posteriormente pintadas.

Los guerreros fueron meticulosamente ataviados. Los rangos militares se definieron claramente por el uso de sus atuendos: los generales fueron ataviados con abrigos, armaduras y sombreros en forma de cresta. Asimismo, el ejército de terracota fue dotado con más de 4.000 armas, entre ellas arcos y ballestas, espadas, ganchos y lanzas elaborados con materiales antioxidantes que sólo fueron utilizados tiempo después en Occidente.


Qin Shihuang, el 'primer soberano emperador'
El príncipe Ying Zheng, heredero de la casa real de Qin, unificó China en el año 221 a.C., tras vencer en una campaña de más de 15 años a seis reinos con los cuales compartía desde hacía más de 200 años el territorio chino.

Ying Zheng había heredado a los trece años el trono del Reino de Qin de su padre Zichu, hijo de una concubina, y quien llegó al poder gracias a las intrigas palaciegas de un rico mercader llamado Lui Buwie.

Una vez que Ying Zheng venció a los otros 6 reinos, decidió que el término 'rey' no era suficiente para su hazañas, así que adoptó el título de emperador, que poseía connotaciones divinas, y se llamó Qin Shihuang, que significa primer soberano emperador.

Qin Shihuang buscó, entonces, consolidar dicha unificación territorial a través de diversas acciones políticas, económicas, sociales y culturales: aplicó el Código Qin en todos los reinos, con el propósito de establecer condenas y sanciones; definió un sistema único de pesos y medidas; estableció como moneda un círculo de cobre con un agujero cuadrado en el centro, la cual es utilizada incluso hoy en día; unificó la escritura; desarrolló una amplia red de carreteras para el intercambio comercial y la movilización de tropas y unió las murallas de los reinos para defenderse de los pueblos extranjeros, creando así lo que en la actualidad se conoce como la Gran Muralla China.

No obstante, se considera que su principal aporte fue haber puesto en el centro del poder económico y militar a los campesinos. Acabó con el feudalismo, dividió el reino en 36 provincias y creó una nueva estructura conformada por tres poderes: civil, militar e inspección imperial. De esa manera acabó con los privilegios heredados; la dirección de los ejércitos pasó a manos de los estrategas militares y creó un sistema de ascenso por méritos en el ejército.

Su gobierno estuvo fuertemente influenciado por sus consejeros: filósofos legistas que estaban convencidos de que la base del estado era el sistema legal y no las cualidades morales de sus gobernantes. Las doctrinas opuestas a la legista, como  el confucionismo, fueron perseguidas, los libros quemados y sus seguidores asesinados.

Tal vez por eso y por los 15 años de guerra a los cuales fue sometido el pueblo, el primer soberano emperador fue descrito un siglo después de su muerte por el historiador Sima Qian (145-85 a.C) de la dinastía Han como "…un hombre de nariz prominente, ojos anchos, pecho de ave de rapiña; tiene voz de chacal, es poco benévolo y tiene el corazón de un tigre y un lobo, absolutamente carente de bondad".
Los registros o Memorias históricas de Sima Qian (145-85 a.C)


Una morada imperial para la eternidad
Desde el momento de su ascenso al trono, a los trece años, Qin Shihuang comenzó la construcción de su mausoleo. El emperador, obsesionado con la búsqueda de la vida eterna, construyó una morada que fuera el reflejo de sus palacios reales y una visión grandiosa de su papel en la tierra.

El historiador Sima Qian, en su libro Los registros o Memorias históricas, una historia general de China, cuenta cómo un monte artificial, el monte Li, alberga un mausoleo bajo tierra en el que "se construyeron réplicas de palacios, torres, y cientos de oficiales, así como instrumentos extraños y objetos maravillosos... se utilizó mercurio para dar forma a los cientos de ríos, el río Amarillo y el Yangzi, así como a los mares, realizándolos de tal manera que parecía que fluían".

El historiador relata que se empleó la mano de obra de más de 700.000 hombres procedentes de todo el imperio para la construcción, que tomó casi 40 años; a la muerte del emperador, por orden de su hijo, las puertas fueron cerradas y su séquito personal, conformado incluso por los artesanos que trabajaron en su elaboración, lo acompañó eternamente en su tumba.

Hoy, a comienzos del siglo XXI, se conoce el ejército que defiende la morada del primer soberano emperador, pero aún no se ha excavado la tumba imperial como tal.
 

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