Una impecable soledad
Fotografías de Fernell Franco

La exposición Una impecable soledad. Fotografías de Fernell Franco hace parte de la serie Homenajes Nacionales, como expresión de la política del Ministerio de Cultura según la cual el país exalta el trabajo de los grandes creadores que con su obra han hecho innumerables aportes a la historia del arte nacional.

En el marco del programa Homenajes Nacionales, iniciado en 1997, se han realizado las exposiciones Luis Caballero. Sin título 1966-1968 (1997), Ramírez Villamizar, pintor (1999), Obregón, pinturas: 1947-1968 (2001), La era Negret (2006), Carlos Rojas: una visita a sus mundos (2008) y Feliza Bursztyn. Elogio de la chatarra (2009).

Este Homenaje Nacional, el primero dedicado a un fotógrafo, presenta una relectura del legado de Fernell Franco (1942-2006), a partir de una veta significativa de su archivo hasta ahora poco estudiada. La curaduría lo sitúa como uno de los grandes artífices de una nueva manera de concebir la fotografía, con amplias posibilidades más allá del registro inmediato y de la bidimensionalidad que caracteriza este medio. Esta lectura posibilita entender la producción de Franco en un contexto continental. La exposición busca mostrar una faceta del trabajo de Fernell Franco definida alrededor de la experimentación y la constante búsqueda plástica en torno al soporte fotográfico.

Estos procesos, tanto técnicos como conceptuales, se desarrollaron a través de su obsesivo interés por retratar a Cali y el deterioro de su arquitectura desde los inicios de la década de 1970. Su búsqueda incansable de nuevas maneras de captar y plasmar una alteración temporal dentro de la fotografía, terminó por llevarlo a plantear una de las más radicales transgresiones en torno a los materiales propios del medio. Además, su obra estableció una correlación directa entre el paisaje citadino y esa experimentación. La espacialidad de Cali en la fotografía de Franco es, a su vez, una meditación y búsqueda de la concreción de lo temporal.

La exposición estará conformada por 101 obras, en su gran mayoría de pequeño formato, y será dividida en dos ejes temáticos: procesos y bocetos, cada uno con tres series.

En procesos el artista explora los problemas de la espacialización y la narratividad del tiempo en el medio fotográfico. En el primer proceso se puede observar cómo Franco crea ‘secuencias’ por medio de fotomontajes, enmascaramientos o encuadres. El segundo proceso muestra una selección de fotografías en las que la manipulación y el empleo del color y la iluminación se convirtieron en la manera de proveer y construir su obra, acercándola a lo pictórico. El tercer proceso señala la transformación que su búsqueda generó sobre el medio, ya que al intentar dar cuenta de la destrucción de la ciudad mediante la fotografía, recurre gradualmente a la destrucción del soporte fotográfico.

La segunda parte presenta tres series (Estadio, Trébol y Sol) definidas por el mismo autor como ‘bocetos’, encontradas tras la organización de su archivo. Estas series consideradas simples ‘estudios preparatorios’ o ‘trabajos no acabados’, vistos en conjunto, comienzan a adquirir un carácter definitorio y aglomeran todas las iteraciones de una misma imagen que Franco trabajó y re-trabajó en la intimidad de su estudio.

Todas las obras, con la excepción del Premio del Salón Nacional de Artistas de 1976 que hace parte de las colecciones del Museo Nacional, forman parte de la colección de la Fundación Fernell Franco fundada por sus hijas y esposa, tras la muerte del artista. La sede de la Fundación está ubicada en Cali. Esta institución, sin ánimo de lucro, trabaja para conservar, catalogar, investigar y divulgar el archivo fotográfico de Fernell Franco.


Biografía

Fernell Franco nació en Versalles (Valle del Cauca) el 20 de junio de 1942 y murió en Cali el 2 de enero de 2006. Fue el cuarto de siete hermanos. En 1951 la familia se trasladó a Cali. Allí empezó a trabajar en el estudio fotográfico Arte Italia, y en 1968 ingresó a la agencia Nicholls Publicidad. En 1972 se vinculó a la revista Cromos en Bogotá, como director del departamento de fotografía. Reportero gráfico del Diario Occidente, de El País de Cali y de las revistas Cromos y Diners, entre otras.

En 1972 realizó su primera exposición en la galería Ciudad Solar de Cali, con la serie Prostitutas, sobre la prostitución en Buenaventura, y desde entonces comenzó a trabajar varias series fotográficas que desarrolló durante toda su carrera. En la serie Amarrados la luz y la sombra son capturadas y trabajadas en el cuarto oscuro, creando superficies casi pictóricas. Con la serie Interiores, Franco recorrió diferentes lugares del país, describiendo cómo era la vida cotidiana de sus habitantes y de los lugares que habitaban. Al mismo tiempo realizó la serie Billares en la que da cuenta de las costumbres y transformación de estos lugares. En la década de los ochenta Fernell Franco empezó las series Demoliciones y Retratos de ciudad; en la primera expresa su pesar por la forma como las modificaciones arquitectónicas produjeron la desaparición de lugares de un gran valor histórico y cultural, y en la segunda rescata lo que quedaba de la Cali de antes.

Franco expuso en galerías nacionales e internacionales y en las bienales de Venecia y de Medellín, en los Museos de Arte Moderno de México y Cali, y en el Centro Cultural Georges Pompidou de París. En 1976 ganó el primer puesto en el Salón de Artes Visuales de Cali y la Medalla de Oro en el Salón Nacional de Artes Visuales en Bogotá. En 1984 recibió el Premio Nacional de Fotografía de la Primera Bienal de Arte de Cuba y el Premio Martín Chambi de Fotografía, y en el 2001 el Premio Colombiano de Fotografía de Medellín.


Realizó la fotografía fija de las películas Pura sangre (1981) de Luis Ospina, Carne de tu carne (1983), Cali-cálido-calidoscopio (1985) y La mansión de Araucaima (1987) de Carlos Mayolo, el documental Óscar Muñoz (1991) de Óscar Campo y El rey (2001) de Antonio Dorado.

En el 2005 colaboró con la publicación Una mirada a la fotografía en el Valle del Cauca y del libro Apuntes para una historia del arte en el Valle del Cauca durante el siglo XX.

Contexto

Después de la explosión de seis camiones de dinamita que destrozaron un sector de la ciudad en 1956, la expansión económica que se había generado por programas de Alianza para el progreso y la celebración de los Juegos Panamericanos (1971) produjeron en Cali un crecimiento acelerado. La ciudad tuvo mejoras en infraestructura, servicios, parques y vías de acceso, y cambió la visión de desarrollo y de crecimiento social. No obstante, la violencia también apareció con todas sus consecuencias. Cali pasa de ser un pueblo con plaza a una gigantesca ciudad. Esta transformación fue captada con las fotografías de Fernell Franco.

Las décadas de mil novecientos sesenta y setenta dividieron en dos la historia de Cali, en especial los aspectos sociales, culturales y económicos. La música, la literatura, la pintura, el cine y el teatro se abrieron un espacio propio. Las grandes migraciones nacionales y algunas extranjeras incrementaron los intercambios culturales. Se crearon nuevas industrias, se fundaron universidades y la ciudad se posicionó como polo de desarrollo nacional.

Enrique Buenaventura y Fanny Mickey inician los Festivales de Arte de Cali y dirigen el Teatro Experimental de Cali (TEC), que a comienzos de los sesenta fueron de gran importancia en la cultura colombiana. Es la época en que se inaugura el Centro Cultural Ciudad Solar (1971-1977), que operaba como un espacio para la discusión y el encuentro.


En Ciudad Solar se realizaron diferentes talleres, cursos y exposiciones, y se gestaron importantes figuras de la cultura y el arte en el país como Andrés Caicedo, Carlos Mayolo, Pakiko Ordóñez, Ramiro Arbeláez, Hernando Tejada, Lucy Tejada, Fernell Franco, Luis Ospina y Oscar Muñoz, entre otros.