Como pocas expresiones, las fiestas populares se han convertido en un relato de nación transversal a todas las regiones de Colombia, en las que se cruzan y se crean tradiciones propias de danza, música, indumentaria, gastronomía, artesanías y otras expresiones que van mutando con la vida misma de las sociedades, hasta convertirse en un patrimonio vivo del país. Una muestra perfecta de esta efervescencia cultural es la Fiesta de los Diablitos de Santa Fe de Antioquia, que llega a la sala Gabinete de Conexiones del Museo Nacional de Colombia a partir del 24 de julio con la exposición La f de los diablitos: patrimonio vivo y comunitario. Aunque su origen es incierto, la Fiesta de los diablitos de Santa Fe de Antioquia está considerada como la más antigua del departamento de Antioquia ya que, de acuerdo a las investigaciones sobre sus raíces, realizadas por investigadores del Museo Juan del Corral de Santa Fe de Antioquia (que ha hecho parte de la creación de la exposición), los registros más antiguos de esta fiesta datan de la época de la colonia y se ha constatado que, inicialmente, estaba relacionada con el único día libre que tenían las personas esclavizadas para hacer una celebración propia fuera de los trabajos forzados a los que eran sometidas. Estas celebraciones, que se repetían en varias partes del país, eran aprovechadas por las comunidades afrodescendientes para revivir algunas de las tradiciones que les habían sido arrebatadas.
En el caso de Santa Fe de Antioquia, que fue la capital de Antioquia hasta 1826, ese día se celebraba cada diciembre –para que coincidiera con las fiestas católicas- elaborando máscaras, vestuarios coloridos y coplas alusivas a los amos blancos, a modo de caricatura y burla, que podían hacer gracias al anonimato que les investía esa indumentaria: la idea era que nadie supiera quién estaba detrás de cada traje ni a cuál amo pertenecía. Ley de libertad de vientres de 1821, la fiesta continuó su camino mezclándose con las costumbres de las poblaciones campesinas de la región, pasándose de generación en generación.
Hoy, la Fiesta de los diablitos abarca una programación de siete días en la misma época del año, a la que se siguen sumando nuevas expresiones que se unen a las centenarias. Ese sincretismo entre lo afro, lo indígena, lo campesino, lo católico y lo pagano perdura hasta la actualidad, reflejado en expresiones como los bundes veredales, la Candanga de Obregón o los procesos escultóricos de máscaras personalizadas, y todas pueden ser apreciadas por el público gracias a la exposición La fiesta de los diablitos: patrimonio vivo y comunitario que llega al Museo Nacional de Colombia en Bogotá, traídas directamente desde el Museo Juan del Corral de Santa Fe de Antioquia.
La exposición, que irá hasta febrero de 2026, recrea a través de su museografía cada una de las etapas de esta fiesta, exhibe más de 110 máscaras hechas por los artesanos que mantienen viva esta tradición y proyecta un documental que retrata este trabajo artesanal único en Antioquia. A lo largo de su estancia en el Museo Nacional, también será el eje central de una programación que permitirá una mayor divulgación sobre la Fiesta de los Diablitos al resto del país (ya que, a pesar de su antigüedad, sigue siendo una de las celebraciones menos conocidas de los antioqueños) para abrir la conversación sobre laimportancia del espíritu de la fiesta en la vida de los colombianos.
iesta de los diablitos: patrimonio vivo y comunitario, además, hace parte de una estrategia del Museo Juan del Corral para que esta celebración sea incluida en la Representativa de Patrimonio Inmaterial (LRPCI) de Antioquia.
____________
¡No te quedes por fuera! Inscríbete al boletín del Museo Nacional de Colombia aquí y sé el primero
en conocer nuestras nuevas exposiciones, eventos y noticias.
#MiPlanEsElMuseo
Instagram y X: @museonacionalco
Facebook y YouTube: Museo Nacional de Colombia
TikTok: @museonacionalcol