La pieza del mes de marzo del 2004
Niño Dios de la Pasión
Colección de Historia
Sala Nuevo Reino de Granada, segundo piso
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Niño Dios de la Pasión (detalle) Taller quiteño S. XVIII Talla en madera policromada
Urna republicana Taller santafereño Ca. 1870 Ensamblaje en madera Donación hecha por la señora Gloria Latorre en memoria de sus señores padres Alfonso Latorre Prieto y María del Carmen Torres de Latorre (10.12.2003)
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La devoción a la infancia de Jesús y su representación como figura independiente de la Virgen o de la Sagrada Familia, se originó en el siglo XVI como resultado del Concilio de Trento, realizado entre 1545 y 1563. Esta devoción se extendió por varios países de Europa, entre ellos España, de donde pasó posteriormente a América.
Entre las múltiples representaciones de Jesús niño, figura esta del Niño de la Pasión, alusiva al martirio de Jesús y en la cual la imagen se caracteriza por llevar corona de espinas, cruz, hilos de sangre que corren por la frente de la figura y, en ocasiones, los clavos con los cuales fue sujetado. En esta figura del siglo XVIII, tallada en madera y encarnada, con los ojos de vidrio y dientes de nácar, posiblemente de taller quiteño, se hacen evidentes las características anotadas tanto en la figura misma como en el cielo raso de la urna que lleva la cruz y la corona de espinas.
El conjunto de la urna y el Niño, con un abigarrado montaje de pequeños objetos -chucherías- transluce una notable carga afectiva y conforma un interesante testimonio de la piedad doméstica, heredera del Barroco y todavía viva en el siglo XIX. Estos conjuntos, que por lo general se conservaban en la sala, la alcoba o el estudio de las casas, con frecuencia
se hacían bendecir, lo que reforzaba su carácter sagrado. A la muerte del propietario, era usual que se legaran testamentariamente a parientes dentro de la misma familia o en ocasiones a alguna orden religiosa.
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