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Introducción Construir una imagen siempre supone representar, formar la figura o el retrato de una cosa. En el caso colombiano uno de los primeros referentes de la imagen visual del país lo
constituye legado iconográfico de la época colonial, conformado por miles de imágenes de Cristo y la Virgen María, escenas bíblicas, mártires y santos producidos por pintores nacionales y europeos durante casi trescientos años. Una
de las características de la pintura colonial es, precisamente, la ausencia casi total de referencias a objetos de la realidad circundante. Por eso los pintores coloniales, dominados por los modelos españoles o flamencos,
representaban las montañas, la vegetación, las frutas y los animales de otras latitudes. Es por esto que la iconografía colonial en nuestro país es en esencia europea.
Con la Independencia, Colombia se ve obligada a
describir el país, levantar mapas, pintar sus paisajes, sus habitantes y sus costumbres. Esta situación coincidió con la llegada de viajeros británicos, franceses, alemanes e italianos, con nuevas visiones del mundo y, sobre todo,
con nuevos intereses en la pintura. Y en este campo, los británicos tuvieron primacía, tanto por las obras que produjeron como por la influencia que ejercieron sobre los pintores nacionales. |