Museo Nacional de Colombia

Los dioses del Olimpo

Poseidón

 

Poseidón

Dios del Olimpo, hijo de Rea y de Crono, hermano de Zeus. Cuando Zeus repartió el mundo, entregó el mar a Poseidón. Una vez peleó por Atenas e hizo brotar un océano en la Acrópolis, dejando allí su tridente como marca. Aunque se sigue honrando a Poseidón en Atenas, fueron muchas ciudades las que perdió, pero pudo quedarse con su amada isla Atlántida.

Dionisios

 

Dionisos

Dios inventor del vino, patrono del teatro y la agricultura. Señor de la vegetación y el calor selvático, así como de la fecundidad y la sensualidad delirante. Hijo de Zeus y descendiente de Afrodita. Introdujo las bacanales, fiestas rituales con mucho vino, danzas y música. Se representa con rostro amable y de largas barbas.

     

 

Ares

 

Atenea

La diosa de la justicia, sabiduría y bondad pero también de la guerra, la cerámica, de los tejedores y de los artesanos. Antes que luchar, siempre prefería la solución pacífica de los conflictos. Era hija de Zeus, nacida de su cráneo cuando Hefesto se lo partió de un hachazo. Protectora de los guerreros y patrona de Atenas, Desde el momento de su nacimiento vistió con la armadura que llevó puesta por siempre.

 

Zeus

Dios de dioses y padre de todos los mortales, rey del Olimpo. Director de los acontecimientos de los cielos y la tierra. Hijo de Crono y Gea. Hermano y esposo de Hera. Padre de una enorme cantidad de hijos con diosas, semidiosas y mortales. Con su rayo en la mano zanjaba con justicia los conflictos entre los dioses.

     

 

Hermes

 

Hermes

Fue protector de viajeros, pastores y sus rebaños, así como de comerciantes, ladrones, adivinos y banqueros. Hermes era hijo de Zeus y de una de las Pléyades. Llevaba recados de un lado a otro por lo que fue recordado como el mensajero de los dioses. Usaba sandalias con alas para no dejar huellas de su paso. Fue uno de los dioses más afortunados en el amor.

Ares

 

Ares

Dios de los juegos olímpicos y la guerra. Hijo de Hera y de Zeus, hermanastro de la gloriosa Atenea y eterno enamorado de Afrodita. Se consideraba el guardián y protector de los guerreros espartanos. Su violencia, falta de lealtad y culto por el cuerpo lo identifican. Firme en su carroza conducida por caballos de fuego nunca abandonaba su lanza, su escudo y su casco.