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Piezas en Diálogo, Junio - Julio- Agosto de 2016

 





 



El programa de Piezas en diálogo busca establecer nuevas relaciones temáticas y de interpretación entre el conjunto patrimonial de piezas de historia, arte, etnografía y arqueología de las colecciones del Museo Nacional y del Icanh. Durante el 2016 las Piezas en diálogo se dedicarán a conmemorar acontecimientos de construcción de identidad política, cultural o artística, significativos para la nación colombiana.

 
JUNIO - JULIO - AGOSTO

Colección de Historia y de Arte
Sala Emancipación y República
Segundo piso ​



Generoso Jaspe (1851-1944)
Fusilamiento de los próceres de Cartagena
Ca. 1886
Litografía en color
56 x 72,2 cm ​
Museo Nacional de Colombia, reg. 1876



Pantaleón Germán Ribón y Segura, ca. 1810. Reg. 348
Fusilamiento de los próceres de Cartagena, ca. 1886. Reg. 1876
José María Arrubla, ca. 1813. Reg. 594
Carta de Camilo Torres a su hermano Ignacio, 1814. Reg. 2001
Jorge Tadeo Lozano, ca. 1813. Reg. 597
Cuadro conmemorativo del Acta de la Revolución del 20 de julio de 1810, 1849. Reg. 768
Caldas marcha al suplicio, ca. 1880. Reg. 556
Pablo Morillo, ca. 1815. Reg. 524


Los fusilados de 1816:
Hombres de letras que “merecían altares en lugar de patíbulos”​

  

En 1816 en el Nuevo Reino de Granada fueron fusilados varios individuos, que tenían entre 24 y 53 años. Entre ellos se encontraban algunos hombres de letras, como Francisco Javier García Hevia (n. 1763), Camilo Torres y Tenorio (n. 1766), José Joaquín Camacho (n. 1766), Francisco José de Caldas (n. 1768), José María Cabal (n. 1769), José María García Toledo (n. 1769), Frutos Joaquín Gutiérrez (n. 1770), Jorge Tadeo Lozano (n. 1771), Miguel Díaz Granados (n. 1772), Crisanto Valenzuela (n. 1777), José María Carbonell (n. 1778), Miguel Pombo (n. 1779), Custodio García Rovira (n. 1780), José María Arrubla (n. 1780), José Gregorio Gutiérrez y Moreno (n. 1781), Manuel del Castillo y Rada (n. 1781), Emigdio Benítez Plata (n. 1788), Manuel Rodríguez Torices (n. 1788) y Liborio Mejía (n. 1792). 

Los fusilamientos se dieron como consecuencia de su participación en la primera declaración de independencia del Nuevo Reino de Granada. Tal declaración no se planteó como una independencia absoluta del imperio español, sino como reclamación para instaurar una representación americana para el gobierno del Reino. Representación que fuese independiente de aquella del gobierno transitorio que los españoles habían establecido en la Península con motivo de la crisis causada por la abdicación del rey Fernando VII (1784-1833). De esta manera, los criollos neogranadinos proclamaron un gobierno autónomo que actuara en nombre del rey1. La reivindicación inicial de un gobierno autónomo fue expuesta en el Acta de la revolución del 20 de julio de 1810, en la que se manifiesta, “sobre las bases de libertad e independencia”, que la representación legítima deberá residir en la ciudad de Santafé “para que vele por la seguridad de la Nueva Granada, que protesta no abdicar los derechos imprescriptibles de la soberanía del pueblo a otra persona que a la de su augusto i desgraciado monarca D. Fernando VII, siempre que venga a reinar entre nosotros”2.

 
 
 
Simón José Cárdenas (1814-1861)
Cuadro conmemorativo del Acta de la Revolución
del 20 de julio de 1810
1849
Litografía en color
Museo Nacional de Colombia, reg. 768​


Tras esta primera declaración de independencia, la élite local dispuso como gobierno del Reino a la Junta Suprema de Santafé, en la que intervinieron como vocales Benítez, Camacho, Gutiérrez, Pombo y Torres, entre otros. Los demás hombres de letras que habían participado en la proclamación de la independencia también ocuparon cargos en el nuevo gobierno del Reino y en el gobierno de las provincias. Al efectuarse la separación de España, la Nueva Granada se hallaba dividida en catorce provincias: Panamá, Riohacha, Santa Marta, Cartagena, Pamplona, Chocó, Antioquia, Socorro, Tunja, Casanare, Santafé, Mariquita, Neiva y Popayán3. Para el gobierno del Reino, por ejemplo, Lozano fue nombrado presidente del Colegio Constituyente y Electoral, cargo desde el cual participó en la redacción de la Constitución de Cundinamarca4; García Rovira, entre otras funciones, ejerció la de agente fiscal del Tribunal de Apelación. Para el gobierno de las provincias, por ejemplo, García Toledo fue designado presidente de la Junta Suprema de Cartagena de Indias5. Otros fungieron como directores de periódicos, con los que se pretendía crear opinión pública en favor de la independencia. Este fue el caso de Caldas y Camacho, quienes dirigieron el periódico Diario Político de Santafé de Bogotá (1810). Además de estas actividades, los hombres de letras también participaron en la redacción de textos en los que manifestaban las causas por las cuales se proponía una nueva representación para América. Así, Gutiérrez y Torres escribieron los Motivos que han obligado al Nuevo Reino de Granada a reasumir los derechos de la Soberanía, remover las autoridades del antiguo Gobierno, e instalar una Suprema Junta bajo la sola dominación, y en nombre de nuestro Soberano Fernando VII y con independencia del Consejo de Regencia, y de cualquiera otra representación.

 


Frutos Joaquín Gutiérrez (1770-1816),
Camilo Torres (1766-1816)
Motivos que han obligado al Nuevo Reyno
de Granada á reasumir los derechos de la
Soberania […]
1810
Biblioteca Nacional de Colombia, Fondo Antiguo Miscelánea J.A.S. 411


En noviembre de 1811, las más importantes provincias del Nuevo Reino de Granada se unieron en la confederación de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, y proclamaron como órgano representativo el Congreso de las Provincias Unidas. Bajo esta organización, las provincias abogaron por un Estado federal, según el ideal y modelo que se había adoptado en los Estados Unidos de América. Cada provincia que se opusiera al gobierno colonial debía proclamar su propia independencia. La primera provincia que declaró su independencia absoluta de España fue Cartagena, el 11 de noviembre de 1811; Tunja lo hizo el 10 de diciembre de 1813; Antioquia, el 11 de agosto del mismo año, y Cundinamarca, el 16 de julio de 1813. Las provincias de Santa Marta y Pasto, en cambio, permanecieron fieles a España y a la Corona. En este contexto de autonomía en las provincias se produjeron las disputas entre centralistas y federalistas6.
 
En medio de dichas disputas, el Nuevo Reino de Granada se vio sometido al proceso de reconquista española. Ante la declaración de Independencia absoluta de las colonias americanas, el gobierno de Fernando VII restablecido en el trono en 1814, ordenó la reconquista de estos territorios mediante expediciones militares, a cargo del general en jefe del ejército expedicionario Pablo Morillo (1775-1837). La ocupación del ejército pacificador en la Nueva Granada condujo a la persecución de los neogranadinos que habían participado en el proceso de Independencia; fueron considerados por el gobierno español como insurgentes, tal como se lo manifestó Camilo Torres a su hermano Ignacio (1776-1840), en una carta fechada en 1814. El castigo que el ejército pacificador les aplicó a los insurgentes fue la pena de muerte y también, para la mayoría, la confiscación de sus bienes.



Pedro José Figueroa (ca. 1770-1836)
Pablo Morillo
Ca. 1815
Óleo sobre tela 
Museo Nacional de Colombia, reg. 524


 






       


 
Camilo Torres (1766-1816)
Carta de Camilo Torres a su hermano Ignacio
1.2.1814
Manuscrito
Museo Nacional de Colombia, reg. 2001
 



Algunos de los individuos que participaron en el primer proceso de independencia habían sido reconocidos por sus contemporáneos como hombres de letras o sabios del reino. Se destacaron por buscar la prosperidad y la felicidad del Reino, al igual que por trabajar en actividades relacionadas con el desarrollo del conocimiento y el avance de las ciencias naturales, consideradas por entonces como un instrumento que permitiría el progreso de la patria7.
 
En efecto, estos hombres de letras habían sido catedráticos: Benítez, García Rovira, Gutiérrez y Valenzuela dictaron cátedras en el Colegio Mayor de San Bartolomé; Camacho y Torres fueron catedráticos del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, y Mejía fue profesor en el Colegio Provincial de Medellín (actual Universidad de Antioquia)8. Estos individuos generaron, igualmente, nuevos conocimientos desde los periódicos y las tertulias. Hacia finales del siglo XVIII participaron en la edición de periódicos dedicados a la difusión de conocimientos considerados útiles: geografía, recursos naturales, agricultura, economía, comercio e industria9. A esta labor se dedicaron periódicos como Correo Curioso, Erudito Económico y Mercantil de la Ciudad de Santafé de Bogotá (1801), dirigido por Lozano y José Luis de Azuola (1754-1826), y el Semanario del Nuevo Reino de Granada (1808-1810), dirigido por Caldas. En las tertulias, los sabios del reino habían discutido sobre temas científicos, filosóficos, literarios y políticos. Gutiérrez, Pombo, Rodríguez Torices y Torres asistieron a la tertulia literaria del Buen Gusto, de Manuela Santamaría de Manrique; Cabal y Camacho participaron en El Arcano Sublime de la Filantropía, de Antonio Nariño (1765-1823). García Rovira asistió a esas dos tertulias y, también, a la denominada Eutropélica, fundada por Manuel del Socorro Rodríguez (1754-1819)10.
 
En cuanto al ámbito de las ciencias naturales, Caldas, Lozano, Camacho, Pombo y Carbonell formaron parte de la Real Expedición Botánica dirigida entre 1783 y 1808 por José Celestino Mutis (1732-1808). En ella, Caldas desarrolló actividades de botánica, astronomía y geografía; Lozano realizó trabajos de zoología; Camacho y Pombo de botánica, y a Carbonell lo contrataron como oficial de pluma para los trabajos de campo. Uno de los logros más destacados de esta empresa botánica fue el Observatorio Astronómico, dirigido por Caldas11. Cabal, quien estudió química y mineralogía en París, aplicó estas ciencias en el Nuevo Reino de Granada: sus labores agrícolas y sus estudios científicos le permitieron dejar apuntes sobre la quina12.
   
A Hombres de letras como Castillo, Díaz Granados y García Toledo los fusilaron el 24 de febrero en la plaza pública de Cartagena, al lado de José María Portocarrero Lozano (1782-1816), Martín José de Amador (1778-1816), Manuel de Anguiano Ruiz, Antonio José de Ayos y Neconalde (1767-1816), Pantaleón Germán Ribón (1774-1816) y Santiago Stuart. Estos fusilamientos se efectuaron en la plaza para dar escarmiento a la población.

​         

Anselmo García de Tejada (1785-1858)
Pantaleón Germán Ribón y Segura
Ca. 1810
Óleo sobre tela
Museo Nacional de Colombia, reg. 348
Generoso Jaspe (1851-1944)
Fusilamiento de los próceres de Cartagena
Ca. 1886
Litografía en color
Museo Nacional de Colombia, reg. 1876​
  
En la ciudad de Santafé, en la Huerta de Jaime (actual plaza de los Mártires en Bogotá), fueron asesinados los siguientes individuos: Carbonell fue ahorcado el 19 de junio, junto con Ignacio Vargas (1786-1816), quien fue fusilado; Benítez, García Hevia, Lozano, Gutiérrez, Pombo y  Valenzuela fueron fusilados el 6 de julio; el 8 de agosto García Rovira fue colgado en la horca después de haber sido fusilado al lado de Hermógenes Céspedes y José Gabriel Peña (1773-1816). 
 

 
Pío José Domínguez del Castillo (1780-1861)
Jorge Tadeo Lozano
Ca. 1813
Acuarela sobre marfil
Museo Nacional de Colombia, reg. 597

 
En el mes de agosto fueron fusilados Cabal y Camacho: el primero, el 19 de agosto en la plaza mayor de la ciudad de Popayán, y el segundo, el 31 de agosto en la plazuela de San Francisco, en Bogotá. En este mismo lugar fue asesinado Arrubla, el 10 de septiembre. 


Pío José Domínguez del Castillo (1780-1861)
José María Arrubla
Ca. 1813
Acuarela sobre marfil
Museo Nacional de Colombia, reg. 594
 

Caldas, Rodríguez Torices y Torres, fueron aprisionados en la ciudad de Popayán y desde allí fueron llevados a pie hasta Bogotá. El 5 de octubre de 1816 Rodríguez Torices y Torres fueron ahorcados y desmembrados, sus cabezas fueron exhibidas en canastas de hierro a la entrada de la ciudad de Santafé, para dar escarmiento público a los neogranadinos. Caldas fue fusilado el 29 de octubre en la ciudad de Santafé, cuatro días después del fusilamiento de Gutiérrez, en los Llanos de Casanare. En 1816 también fueron ejecutados otros individuos que participaron en el primer proceso de Independencia, como Antonio Baraya (1770-1816) y Antonio Villavicencio (1775-1816)13.



Alberto Urdaneta Urdaneta (1845-1887)
Caldas marcha al suplicio
Ca. 1880
Óleo sobre tela
Museo Nacional de Colombia, reg. 556


En 1818, los fusilamientos seguían causando dolor entre los neogranadinos, el político Francisco Antonio Zea (1766-1822) manifestó al respecto: “Ingratos! Habéis vertido la sangre de los que habían preservado la vuestra! La sangre de unos hombres que por sus costumbres puras e inocentes, por su desinterés, por su humanidad, por el brillante ejemplo que habían dado de todas las virtudes públicas merecían altares en lugar de patíbulos!”14.


_____________
     
1. Hans-Joachim König, En el camino hacia la nación. Nacionalismo en el proceso de formación del Estado y de la Nación de la Nueva Granada, 1750 a 1856, Bogotá, Banco de la República, 1994.
2.  Acta de la revolución del 20 de julio de 1810, Bogotá, Imprenta Medina, 1810.
3.   König, En el camino hacia la nación…
4. María José Afanador, “La obra de Jorge Tadeo Lozano: apuntes sobre la ciencia ilustrada y los inicios del proceso de independencia”, en Historia Crítica, núm. 34 (2007), pp. 8-31.
5. Javier Ocampo López, “García Toledo, José María”, en Gran Enciclopedia de Colombia, Bogotá, Círculo de Lectores, 1996.
6. König, En el camino hacia la nación… 
7. Renán Silva, Los ilustrados de Nueva Granada, 1760-1808. Genealogía de una comunidad de interpretación, Bogotá, Banco de la República, EAFIT, 2002.
8. Ver en la Gran Enciclopedia de Colombia, las biografías de Custodio García Rovira y José María Camacho, escritas por Javier Ocampo López, y la de Liborio Mejía, escrita por Luis Fernando Molina.
9. María José Afanador, “La obra de Jorge Tadeo Lozano…” 
10. Ver en la Gran Enciclopedia de Colombia, las biografías de Frutos Joaquín Gutiérrez de Caviedes y Custodio García Rovira, escritas por Javier Ocampo López.
11. Armando Martínez Garnica, “Las vicisitudes de un científico durante la independencia de la Nueva Granada”, en Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, núm. 11 (2006), pp. 73-89.
12. Mariano Molano, “Cabal, José María", en Gran Enciclopedia de Colombia, Bogotá, Círculo de Lectores, 1996.
13. Ver en la Gran Enciclopedia de Colombia, las biografías de Custodio García Rovira, José María Camacho, José María Carbonell, Frutos Joaquín Gutiérrez de Caviedes y Manuel Rodríguez Torices, escritas por Javier Ocampo López; y la biografía de José María Cabal, redactada por Mariano Molano. Ver también: José María Caballero, Diario de la independencia, Bogotá, Talleres Gráficos Banco Popular, 1974. Armando Martínez Garnica, “Las vicisitudes de un científico…”
14. Francisco Antonio Zea, Varios discursos del ciudadano Francisco Antonio Zea, Caracas, Imprenta de Domingo Navas Spínola, 1825, p. 37.


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