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Noviembre 07

 

 

Pieza del mes de noviembre del 2007
Máquina de Coser
Colecciones de Historia
Sala República de Colombia (1886-1910), tercer piso

maquina de coser






Máquina de Coser
Ca. 1890
Ensamblaje (madera y metal)
Singer Manufacturing Company
31 x 43 x 22 cm.
Número de registro: 4625
Donada por Mireya Negret Delgado (5.12.2001
                                                  



"Ellas habían sido educadas para casarse.
Sabían bordar con bastidor, coser a máquina,
tejer encaje de bolillo, lavar…"

Crónica de una muerte anunciada
- Gabriel García Márquez -

Una mujer sentada tras una máquina de coser era una imagen común durante casi todo el siglo XX. La educación de las mujeres debía orientarse hacia aquellos oficios como el bordado y la costura, que le permitieran ser una "buena madre y esposa". Aunque las primeras máquinas Singer de coser, se crearon para uso industrial, rápidamente fueron adaptadas para labores domésticas y se convirtieron en un accesorio imprescindible en los hogares.

La importancia de la máquina durante el siglo XX y su estrecha relación con el género femenino se refleja en textos literarios como: "Crónica de una muerte anunciada" y en fenómenos televisivos y musicales de los años setenta como el dueto musical de las Hermanitas Singer y la telenovela: "Simplemente María", que narra la historia de una empleada doméstica quien triunfa como diseñadora gracias a su máquina de coser.

Esta novela disparó las ventas de las máquinas de coser en toda Latinoamérica, y los discos de las hermanas Ángela y Consuelo, al tiempo que fueron un éxito musical, promocionaron el exitoso sistema de Singer para comprar máquinas a plazos. Aunque la invención de la máquina de coser se atribuye a Elías Howe en 1846, cabe destacar que fue el resultado de numerosos ensayos realizados previamente. Según los registros de importaciones de la Aduana de Santa Marta, sólo hasta 1868 estas máquinas ingresaron al país.

Actividades paralelas a la pieza del mes

[Taller para todos]
Teje-maneje
Sala República de Colombia (1886-1910), tercer piso
Valor de la inscripción: $4.000 pesos adicionales al boleto de ingreso al Museo.

Jueves 29 de noviembre, 3:00 a 5:00 p.m.
Por Javier Navarro. Artista plástico de la Universidad Nacional de Colombia.
El taller ofrecerá diferentes técnicas utilizadas en  oficios como el telar y la confección, considerados femeninos en los  siglos XIX y  comienzos del XX. Se trabajará con diferentes fibras y técnicas utilizadas en tintorería, sombrerería, ruanas y mochilas; manufacturas que fueron las primeras exportaciones.

El 'objeto' de la literatura
Lectura de fragmentos de obras literarias relacionadas con las piezas del Museo.
Actividad de apoyo al programa "Bogotá, capital mundial del libro 2007".

Las piezas seleccionadas durante el 2007, proponen una aproximación a la literatura como una manera de leer el entorno cultural bajo un contexto histórico. Es un ejercicio de interpretación de formas, imágenes pictóricas, documentos y dibujos, en diálogo con obras de la literatura colombiana y universal.

Lectura: Crónica de una Muerte Anunciada (fragmentos de la novela), Gabriel García Márquez

"Ellas habían sido educadas para casarse. Sabían bordar con bastidor, coser
a máquina, tejer encaje de bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales y dulces de fantasía, y redactar esquelas de compromiso".

"De Ángela Vicario, en cambio, tuve siempre noticias de ráfagas que me inspiraron una imagen idealizada. (…) Todos los que la vieron en esa época coincidían en que era absorta y diestra en la máquina de bordar, y que a través de su industria había logrado el olvido".

"En la ventana de una casa frente al mar, bordando a máquina en la hora de más calor, había una mujer de medio luto con antiparras de alambre y canas amarillas, y sobre su cabeza estaba colgada una jaula con un canario que no paraba de cantar. Al verla así, dentro del marco idílico de la ventana, no quise creer que aquella mujer fuera la que yo creía, porque me resistía a admitir que la vida terminara por parecerse tanto a la mala literatura. Pero era ella: Ángela Vicario 23 años después del drama".

"Su vida de casada devuelta seguía siendo tan simple como la de soltera, siempre bordando a máquina con sus amigas como antes hizo tulipanes de trapo y pájaros de papel, pero cuando su madre se acostaba permanecía en el cuarto escribiendo cartas sin porvenir hasta la madrugada".


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